En este caso el mito se termina convirtiendo en realidad y lo que muchas veces se propaga como vox pópuli, a saber, darle dinero a un cuidacoches, para que el mismo sea quien no termine rompiendo o robando el auto se cumple a rajatabla.
En el video puede verse como un trapito le pega palazos a una camioneta hasta terminar de romperle el espejo retrovisor, deteniéndose luego de escuchar los gritos que llegan desde el balcón del Club Universitario. El vehículo vandalizado, corresponde a un socio de la institución quien había estacionado en el lugar para ir a buscar a su hija del club en donde se encontraba realizando una práctica deportiva.
El dueño de la camioneta reconoció que fue abordado por los trapitos que cuidan el lugar cuando llegó al club, pero se negó a pagar la “tarifa de cuidado”. Cabe recordar que la actividad de cuidacoche se considera permitida en Rosario a colaboración, ya que nadie puede exigir un monto de dinero por cuidar un vehículo en la vía pública.
