“Massa agarra una economía muy deteriorada por propia responsabilidad del gobierno que, firmado el acuerdo con el FMI, tuvo 3 meses de idas y vueltas; pero medido desde el día de su asunción a hoy el resultado es positivo”, profundizó en Longobardi por CNN.
Además, consideró que “hay margen para otra cosa”. En este sentido, recomendó ir a un “programa de ajuste con estabilización”, lo que permitiría “reducir la inflación a la mitad”.
“La parte interesante para la política, que es ofrecer un resultado positivo, no lo veo”, se sinceró. En su opinión, “las discusiones dentro de la coalición han obturado la posibilidad de tener un programa de estabilización”.
En este sentido, ponderó el plan de estabilización alcanzado en Israel, en el que la suba de tarifas y el congelamiento de precios fueron las dos herramientas claves que se consensuaron en todo el arco político. En el caso de Argentina, un acuerdo similar implicaría que Mauricio Macri y CFK se sienten a la misma mesa y logren un acuerdo político en el que nadie quede afuera y todo el país se encolumne en ese programa.
“Estamos ante las últimas oportunidades para salvar el peso, la situación es límite”, advirtió en diálogo con Marcelo Longobardi.
En otro orden, se refirió a la política cambiaria, a la que resumió en una imagen: “Si Argentina llega a la final del Mundial, el Banco Central la va a pasar mal. Más abajo que eso es magma”, graficó.
Según explicó, “si vos tenés problemas de control de cambio que te genera un tipo de cambio paralelo, la peor solución es generar 5 tipos de cambio más. Eso es una anomalía, no hay que multiplicarla, hay que ir hacia la normalización”, sugirió.
“Massa se juega un partido difícil, enfrenta una situación muy compleja, pero me preocupa la dirección, creo que tenemos que ir hacia una normalización, por más que tome más tiempo”, sintetizó.