BASTA DE HUMO

“Quieren perjudicar al modelo productivo”

El productor agropecuario Rafael Sugasti, que vive y trabaja en las islas frente a Rosario, aseguró que “hay una ideología política” detrás de los incendios en el humedal. Además, defendió a quienes trabajan esas tierras porque son los principales perjudicados.

El productor agropecuario Rafael Sugasti, de la asociación civil Comunidad Islera, opinó que detrás de los incendios en las islas “hay una ideología política” aunque no supo precisar a qué sector corresponde. “Mi sentido común me indica que detrás de estas quemas hay intención de perjudicar al modelo productivo argentino”, expresó.

“Yo hablo en representación de las 80 familias que viven frente a Rosario, donde están los principales focos que vienen molestando a la ciudad ininterrumpidamente desde hace dos años y medio o tres. Son intencionales, no tienen nada que ver con lo productivo. Según mi criterio, se busca distraer señalando a la ganadería, a los negocios inmobiliarios, a la factoría de cerdos. Está el que le echa la culpa al turista porque deja un fuego. Todas esas cuestiones son distracciones para esconder al verdadero responsable que está por detrás de los 8 mil focos de fuego intencional”, señaló en diálogo con Marcelo Fernández, en el programa ‘Con sentido común’ que se emite por CNN Radio Rosario.

Sugasti, cuyas opiniones se han viralizado últimamente en el mundo agropecuario, aseguró después que “muchos incendios suceden en lugares inaccesibles, en campos donde no hay ganadería, como en parques nacionales”. Y agregó un dato llamativo: “No podemos dejar de vincular y hermanar estas quemas con lo que está sucediendo ahora en Córdoba, pero hago un paréntesis y aclaro que durante 2020 se quemó gran parte de Corrientes, Córdoba, Bariloche y Tucumán”.

Luego, consideró que “detrás de estas quemas pareciera como que hay intención de perjudicar el modelo productivo argentino, porque no es coincidencia que la gran mayoría de los incendios provienen de ataques que perjudican al sector productivo como cuando ocurre con la quema de la caña de azúcar, de los maizales”. En ese sentido, sostuvo que la ganadería “está siendo muy perjudicada” por los incendios. “Eligieron el humedal como escenario porque hay más impacto y perjuicio para una sociedad que la tienen cansada. Me genera mucha sospecha cuando vemos a algunos políticos que señalan a una actividad productiva sin siquiera haberse acercado durante años a conversar con nosotros, que somos los principales perjudicados”, se quejó.

Ideología política

“Veo que detrás de estas quemas hay alguna ideología política”, consideró Sugasti. “No nos olvidemos de que esto arrancó en 2008. Rosario ya vivió el tema del barbijo, vivió todo el tema la acusación del sector productivo, de la ganadería por ambición; durante casi un año, en 2008, estuvo prendido fuego todo el humedal, yo ya vivía en la isla y lo cierto es que nada se hizo después. Ni aumentaron las cabezas de ganado, ni se hizo ningún desarrollo inmobiliario y durante 2009, 2010 y 2011 hasta 2020 no hubo ningún nuevo foco, por eso yo veo que hay intencionalidad”, agregó.

Si bien reconoció que la sequía “acrecienta la problemática”, fue contundente al decir que “para que haya fuego tiene que haber chispa; y la chispa viene de la mano del hombre, no de la naturaleza. Habrá algún caso extraordinario de algún rayo que prende fuego un sector, pero repito: 8 mil focos de fuego ininterrumpidos que no respeta verano o invierno, es porque hay algún poder grande”.

El productor insistió sobre los daños que el fuego genera en sus unidades productivas y las de sus colegas. “Nosotros somos los principales perjudicados. Te invito que consultes a los policías de Charigüé, que están codo a codo con nosotros; somos los primeros en llamar cuando se produce un foco y somos los primeros en agruparnos para apagarlo, nos juntamos de 20 a 30 isleros que vamos con baldes, machetes, palas y ramas a ahogar el fuego”.

Luego relató una vivencia para describir situaciones que suelen darse de manera cotidiana. “En mi caso, en una ocasión un vecino que venía a visitarme, de camino para acá encuentra a una persona sospechosa, le saca una foto cuando estaba con las manos dentro de un pajar. Hicimos todo un seguimiento y dimos con quién era la persona; hicimos la denuncia y Prefectura revisó el lugar, resulta que en ese pajar había una bolsa de nylon enrollada, que era el artefacto que habían llevado para prender fuego. La denuncia está hecha pero no pasó nada, nunca se va al fondo. No nos olvidemos de que cuando vinieron los Albatros agarraron tres canoas con cuatriciclos que iban con mochilas y lanzallamas; eran siete individuos, los retuvieron y después nunca pasó nada”, contó.