Hace casi un año que Mark Zuckerberg anunció el nacimiento de Meta, un conglomerado de tecnología y redes sociales en el que se incluía el buque insignia de la compañía (hasta el momento): Facebook. Pero la última criatura del empresario va mucho más allá. La compañía está desarrollando nuevas tecnologías “para ayudar a las personas a conectar, encontrar comunidades y hacer crecer sus negocios”. Todo ello, a partir del metaverso.
Entre otras cosas, el metaverso permitirá a quienes estén separados geográficamente disfrutar de experiencias realistas y con conciencia espacial. El objetivo es que el mundo físico del usuario y el virtual se fundan y sean uno. De esa forma, por ejemplo, podemos dar un paseo con un amigo que esté a miles de kilómetros por la ciudad que elijamos. Es decir, podremos cambiar el mundo físico por uno creado por el ordenador.
El giro hacia la realidad virtual le está saliendo caro a Zuckerberg. Según Bloomberg, su fortuna se ha reducido a más de la mitad, con una caída de 71.000 millones de dólares en lo que va de año. Con 55.900 millones de dólares (a principios de año contaba con más de 125.000 millones de dólares), su patrimonio neto ocupa el puesto 20 entre los multimillonarios mundiales. No se le veía en esa posición desde 2014. Y ha llovido mucho desde entonces.
Hace dos años, la fortuna del fundador de Meta valía 106 mil millones de dólares y se encontraba entre un grupo de élite de multimillonarios globales. Solo le superaban Jeff Bezos, impulsor de Amazon, y Bill Gates, creador de Microsoft. En septiembre 2021, tocó techo, cuando su riqueza aumentó a un máximo de 142 mil millones de dólares.
Solo un mes después, en octubre de 2021, Zuckerberg presentó Meta. Y ahí comenzó su declive económico. No hay que olvidar que el empresario está atado a este nuevo proyecto, porque posee más de 350 millones de acciones, según la última declaración de poder de la compañía.
En febrero, la empresa informó del nulo crecimiento en los usuarios mensuales de Facebook, lo que provocó un colapso histórico en el precio de sus acciones. Según Bloomberg, en esas fechas, perdió unos 31 mil millones de dólares. El problema no es solo la apuesta por el metaverso, sino la pugna que mantiene con otras redes sociales como TikTok.
Nuevas conexiones
¿Cómo funcionará el metaverso?
El metaverso se está cociendo a fuego lento y no parece que la compañía de Zuckerberg vaya a tener resultados económicos a corto plazo. Se espera que la realidad virtual llegue a mil millones de personas en todo el mundo, reuna cientos de miles de millones de dólares en comercio online y genere millones de puestos de trabajo para creadores y desarrolladores.
Semejante despliegue necesita una infraestructura potente: compresión de vídeo, edge computing, la visibilidad entre capas, preparación de los futuros estándares de conectividad y telefonía móvil, optimización de las redes, mejora de la latencia entre dispositivos y dentro de las redes de acceso de radio… Y así un largo etcétera.
Entre pérdidas económicas y declive de Facebook, Meta está pisando el acelerador. Al menos, en todo lo que puede. Ya está construyendo varios prototipos para comprender plenamente e innovar en esta compleja interacción de sistemas virtuales. Pero no hay fecha para su puesta en marcha.
Fuente: La Vanguardia
