Cerrando el mes de septiembre las reservas brutas del Banco Central, a pesar de la política del ‘dólar soja’ cerraron en USD37,625 Millones, mientras que las Reservas Netas se ubican apenas en USD1,979 Millones. La contracara de este programa de incentivos al sector sojero, fue el “efecto monetario” de la adquisición de divisas que debió ser esterilizada mediante LELIQ y Pases, lo que deterioró aún más el balance del Banco Central.
En números, el sector agro-exportador liquidó unos USD8,100 Millones, por su parte, las compras netas de la autoridad monetaria resultaron de sólo USD4,966 Millones. Y, como resultado del pago de vencimientos de intereses y capital al FMI del orden de los USD3,000 Millones y la caída de encajes sobre depósitos en moneda extranjera, las reservas brutas sólo aumentaron USD891 Millones durante septiembre. En base a las estimaciones hechas por SIO-Granos, la plaza doméstica argentina operó tres veces el volumen promedio histórico mensual, con operaciones por 13.3 Millones de toneladas, vs el promedio histórico mensual de 4.4 Millones de toneladas y se ubicaron un 315% por encima del mes anterior. Este volumen, además, superó en un 47% el récord anterior de 9.4 Millones de toneladas alcanzado en mayo de 2019.
Asimismo, en septiembre confirmó las sospechas de que no será fácil desinflar las expectativas en un contexto en el que el balance del BCRA es la víctima preferida de los parches de política económica. En tal sentido, la inflación de septiembre se habría mantenido en el escalón del 7%; el dato se conocerá la próxima semana y por el momento, la única “ancla” para contener la inflación es la apreciación del tipo de cambio real, que muestra una apreciación sostenida desde principios del 2021.
En este escenario, de escasez de dólares tanto en stock como flujos, el gobierno puso en marcha un nuevo sistema de control de importaciones que más que duplicó la cantidad de productos sujetos a Licencias No Automáticas de importación (LNA). Los productos sujetos a tales licencias pasaron de 1,516 a 4,193, una diferencia de casi 2,700 posiciones arancelarias. Esta ampliación alcanza al 46% de las importaciones totales que hizo el país entre enero y agosto, según datos del INDEC. Antes, los productos sujetos a LNA representaban “solo” el 29% de las importaciones totales, esto afecta un flujo de importaciones que totaliza unos USD 1,300 Millones al mes, si tenemos en cuenta los últimos tres meses.
En definitiva, estas medidas parecen anticipar que el gobierno una vez más decide postergar un plan de estabilización como el que proponía Rubinstein antes de ser nombrado viceministro. Por cierto, las declaraciones de los funcionarios del área económica, el viernes Sergio Massa y el martes Miguel Ángel Pesce, fueron enfáticas en contra de un “salto cambiario” y las políticas de endurecimiento del cepo parecen ir en ese sentido.