17 de octubre

¿Los peronistas se pelean o se están reproduciendo?

El Día de la Lealtad expuso la fragmentación que vive por estos días el partido fundado por Perón. Los distintos sectores del Frente de Todos se miden músculo entre sí hasta que, una vez más, llegue la hora de sentarse a negociar.

“El peronismo está hecho mierda”. La definición, sin poesía pero de inapelable realismo, pertenece al histórico dirigente gastronómico José Luis Barrionuevo. La pronunció como el cierre de un día agitado que desnudó sin pudor el nivel de atomización que atraviesa al partido fundado por Juan Domingo Perón. Hubo cuatro actos este lunes en Buenos Aires con motivo del Día de la Lealtad que sirvieron para gritar por micrófono las diferencias internas del Frente de Todos.

El más importante por la magnitud de la convocatoria tuvo lugar en la Plaza de Mayo, con Máximo Kirchner y Pablo Moyano como los principales oradores. Desde el escenario principal, montado de espaldas a la Casa Rosada, se dispararon misiles hacia el club Obras Sanitarias, donde la CGT lanzó el Movimiento Nacional Sindical Peronista, el brazo político con el que busca disputar espacios de poder y lugares en las listas para las elecciones del año próximo. “El desafío por delante no es ver quién tiene lugar en las listas”, salió al cruce Máximo Kirchner.

El secretario general de la CGT Carlos Acuña expresó abiertamente su apoyo a una eventual candidatura presidencial de Sergio Massa. “Porque ha agarrado un fierro caliente de otros que se fueron corriendo y está poniendo toda la voluntad que hay que poner para solucionar el problema de la crisis económica actual, sino estaríamos prendidos fuegos todo”, argumentó. En la Plaza de Mayo, en cambio, gritaron por “Cristina presidenta”.

Las agrupaciones sociales, con el Movimiento Evita a la cabeza, armaron su propio 17 de octubre en Laferrere. Fue una concentración multitudinaria que también se enfocó en una pelea interna, pero en este caso de cabotaje. Presentaron la candidatura a intendenta de La Matanza de Patricia Cubría, diputada bonaerense y esposa del líder del “Evita”, Emilio Pérsico. Le discuten el poder al actual intendente, el cristinista Fernando Espinoza.

Alberto Fernández, presidente de la Nación y del PJ, estuvo en Cañuelas con el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el ministro Sergio Massa para inaugurar obras. En su discurso hizo blanco en Mauricio Macri por algunas definiciones que se incluirán en su nuevo libro, de próxima aparición. Sin embargo, por más debilitado que parezca, Alberto no quiere desaprovechar la cuota de poder que le da su cargo y coquetea con una nueva candidatura, para lo cual tendría decidido los regresos al Gabinete de Daniel Scioli y Santiago Cafiero. Al kirchnerismo le ponen los pelos de punta esa jugada.

En un solo día y casi en simultáneo quedó expuesta en carne viva la fragmentación que vive el peronismo, consecuencia del paso en falso de un gobierno frágil del que todos quieren pararse a prudencial distancia para no ser alcanzado por las esquirlas. Por eso, no extrañó que el único punto en común entre Plaza de Mayo, Obras Sanitarias y Laferrere fueran los reclamos al gobierno de Alberto. De variada intensidad, pero reclamos al fin. Fuego enemigo le dicen algunos.

La poco sutil definición de Barrionuevo parece retratar con precisión estos días que corren, sin embargo nunca está de más citar al padre de la criatura: “Los peronistas somos como los gatos. Cuando nos oyen gritar creen que nos estamos peleando, pero en realidad nos estamos reproduciendo”.