Entrevista Así Estamos

Fotomultas: con el sistema activo, los conductores se cuidan más

Los primeros días de la puesta en funcionamiento marca una tendencia: hay menos infracciones que cuando operaba en modo de prueba. Incluso se registraron menos intervenciones de las ambulancias del Sies.

A una semana de haberse puesto en marcha el sistema de radares que controla el tránsito en las calles de Rosario, la Municipalidad empezó a recoger los primeros números que marcan una incipiente tendencia sobre cómo se comportan ahora los conductores.

“Durante el período de prueba registramos unas 800 infracciones diarias con 30 puntos fijos de control; ahora, con 70 puntos fijos y 4 móviles, las faltas fueron 1.000 en promedio. Creemos que ante la aparición del sistema se empezó a generar más conciencia a la hora de conducir. Según nuestro punto de vista, ya se va marcando una tendencia. Y hay otro dato: el Sies suele atender en un día alrededor de 40 casos por accidentes viales de distinta consideración, y ahora bajó a 29”, expresó German Giró, secretario de Modernización y Cercanía de la Municipalidad de Rosario.

No obstante, el funcionario aclaró: “Estos no son datos estadísticos rigurosos, son apenas esbozos, los primeros números que se van viendo. Con el tiempo iremos identificando con más precisión el comportamiento del tránsito, tal vez haya una forma de manejar los lunes y otra los fines de semana. La calle entrega muchísima información que iremos procesando”.

En declaraciones al programa ‘Así Estamos’, que se emite los domingos a la medianoche por Telefe Rosario, Giró recordó que inicialmente el sistema de fotomultas estuvo casi 70 días funcionando en modo de prueba. “Desde la Municipalidad tenemos la potestad y la obligación de ordenar el tránsito en la ciudad, por lo cual sumamos esta tecnología que además puede ser utilizada por otros niveles del Estado como el Ministerio de Seguridad y el Ministerio Público de la Acusación”, indicó.

El funcionario admitió que desde la Municipalidad tuvieron que trabajar “muy fuerte” para adecuar la señalética en la vía pública “porque faltaba mucha y todavía falta”. Y completó: “También corregimos el caso de calle Mendoza, que tenía una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. Estamos en el proceso de mejorar. Otro tema es que no se puede discutir si está bien o mal estacionar en doble fila, como si está mal pisar una bicisenda. El sistema viene a cuestionar un comportamiento que tiene una base cultural en la ciudad. A nadie nos gusta que nos hagan una multa, pero está claro que Rosario debe ordenarse”.

Por último, explicó cómo funciona el sistema desde que se registra una infracción hasta que se envía el acta: “Luego de que el sistema capta la infracción hay dos equipos humanos que se ocupan de verificar el proceso. El primer grupo analiza que la imagen se vea nítida, que no haya ninguna interferencia; el segundo grupo hace una tarea cualitativa, como reparar en el detalle de si alguien pisó una bicisenda porque no tuvo otra opción para esquivar una doble fila o cuándo se dio el cambio de luz de un semáforo. Superadas esas instancias se envía la notificación, primero por correo electrónico. A partir de allí se abren distintas instancias, como la aceptación de la infracción y el consiguiente pago de forma voluntaria, o el rechazo y su correspondiente descargo”.