Consultado sobre diferentes temas de la realidad nacional, el economista y exministro de Juntos por el Cambio, Dante Sica, se refirió a las recientes declaraciones de la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, sobre un nuevo avance impositivo sobre la “renta extraordinaria”.
“Las respuestas del gobierno, siguen siendo antiguas, fuera de foco y exprimiendo más al sector privado”, dijo, y agregó: “La única respuesta ante los problemas de déficit fiscal sigue siendo mandar impuestos; desde el punto de vista del gasto no vemos ninguna señal positiva en términos de una reorganización del sector público y lo único que están haciendo recién, después de casi dos meses de atraso desde que lo anunciaron es la recomposición de tarifas, pero en vez de eso están sacando aumentos de bonos, dijeron que iban a congelar todo lo que eran ingresos al sector público y acaban de anunciar casi 12 mil pases de planta permanente.”
Sica añadió que estas “son señales muy contradictorias. Las recetas son viejas: más aumentos de impuestos, precios congelados, o tratar de poner controles de precios; en esta dinámicas de precios y con una inflación de casi un piso del 6 por ciento mensual, nada permite inferir que el año que viene todo este proceso inflacionario en vez de agravarse se va a disminuir”.
El equipo económico de Massa y Rubinstein
El exfuncionario opinó sobre la actual gestión al frente del ministerio de Economía que “cuando asumieron lo que quisieron hacer en esa primera etapa es bajar la situación pre hiperinflacionaria que tenía la economía, con un riesgo país de arriba de 3000, una brecha cambiaria de casi 150 por ciento y un tipo de cambio que volaba en los 350 pesos para arriba. Tomaron algunas medidas que permitieron recomponer el frente financiero, lo recompusieron en términos de correr la pared de vencimientos de septiembre a junio del año que viene”. Agregando que “trataron de conseguir un poco de dólares para calmar el frente externo con las reservar a partir del dólar soja, y algunas medidas como fue alguna recomposición tarifaria, que de nuevo la postergaron y recién ahora la van a empezar a aplicar y algunas señales con respecto a mejoras del punto de vista fiscal”.
Sin embargo, calificó de “parches” a dichas medidas, “para tratar de dar esa sensación de calma que estamos viviendo entre comillas, pero ninguna medida de fondo que fuera a atacar claramente los principales desequilibrios que tiene la economía Argentina y a frenar esta espiral inflacionaria en la que estamos viviendo. La Argentina ya está corriendo en un régimen de alta inflación y te lo demuestra la necesidad que tienen los sindicatos de abrir todos los meses paritaria para tratar de no perder tanto ante un proceso inflacionario en alza”.
El superministro que no fue
Ahondando en su análisis, el exministro dijo: “Ese impacto o idea que generó Massa al inicio, que se hacía llamar súper ministro, ese efecto que quería lograr se ha esfumado porque tenemos un régimen de riesgo país de casi 3000 puntos básicos y una brecha cambiaria de 100 por ciento y el gobierno viene perdiendo todas la semanas dólares. Lo único que hace es frenar y controlar más las importaciones y eso está teniendo impacto en la actividad. “
“Ahora todos estamos esperando a las cinco de la tarde que va a decir la vicepresidenta con respecto a la política económica”, redondeó.
Crisis política
Por otro lado, Sica declaró: “Tenemos un problema de desequilibrios económicos agravado por una crisis política fenomenal en la coalición oficialista, un presidente desaparecido que solo hace temas protocolares, se dedica a cosas que están fuera del eje. Creo que lo único importante que dijo en los últimos 15 días es que se opone a las Paso”.
En duros términos, calificó que “hoy el gabinete funciona alrededor del ministro de economía, es una coalición oficialista partida: el ministro habla con la vicepresidenta, pero después el bloque del kirchnerismo cuestionan todas las medidas que se hacen con el aval de ellos. Es muy psicótico”.
Desequilibrios económicos
Asimismo, el dirigente macrista se mostró pesimista sobre el futuro de la gestión. “Esta estrategia no llega, podría alcanzar si tuviesen un mayor respaldo político, lo que están haciendo es una estrategia de aguante. Pasaron del ‘Plan Aguantar’ al ‘Plan Llegar’. Este es un gobierno sin credibilidad, sin confianza, sus medidas no logran convencer a los empresarios, por los problemas que están teniendo de desabastecimiento.”
Por ejemplo, mencionó que “la industria automotriz están todos los días al borde del quiebre de la cadena de producción por problemas de abastecimiento, entonces hay una tensión de la macro agregada en la micro, producto de los problemas de logística, acceso a dólares, recomposición de stock. Hay faltantes de productos en casi todas las cadenas”.
“Vamos a un nivel de crecimiento asociado a la tendencia, en Argentina es muy baja, hace 10 años que no crece. 2023 va a ser un año con desaceleración fuerte de la tasa de producción. Vamos a estar en una situación preocupante que también se nota porque el riesgo de una crisis sigue estando latente. Al principio es como que la asunción de Massa corrió la idea de que podría haber una crisis cambiaria y financiera, lo disipó. Hoy te diría que cuando se miran los indicadores de riesgo país, brecha cambiaria estamos volviendo a construir una situación de crisis, porque el escenario de crisis sigue estando y con una probabilidad que empieza a ser cada día más alta”, amplió.
La paradoja del peronismo oficialista u opositor
Para finalizar, el economista se preguntó qué pasaría si hoy fuera gobierno Juntos en esta coyuntura. “Con 10, 25 o 28 de pobreza nos mataban; con una inflación del 4% los periodistas lloraban en la televisión. Hoy vamos camino a una pobreza del 45 por ciento cuando miremos los índices de fin de año producto de la inflación. Las movilizaciones de los movimientos sociales parece un club de boy-scouts.”
“Ya hay sindicalistas que están prometiendo que si volvemos al poder van duplicar la cantidad de piedras que tiraron en el Congreso”, alertó Sica. “Por eso es muy importante ser muy claros con la ciudadanía en los próximos meses con respecto a lo que tenemos que hacer y para qué vamos a ganar las elecciones, para obtener el suficiente mandato popular para que lo hagamos estos grupos minoritarios, radicalizados pueda ser contenido por una sociedad que exprese claramente en las urnas su voluntad de cambio. No podemos seguir así”.