El diputado nacional y, seguramente, candidato a gobernador por el perottismo, Roberto Mirabella, reconoció que la paz y el orden que prometió Omar Perotti nunca llegaron.
“No encontramos los resultados que esperábamos desde el gobierno de la provincia. No subestimamos el tema, pero todo lo que se hizo no alcanza y parece que siempre vamos detrás del delito”, aceptó.
🔵 @mirabellarob estuvo en #MultiversoFantino y habló con @fantinofantino del narcotráfico en Rosario.
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— Neura (@neuramedia) November 9, 2022
A la vez que expresó ese intento de autocrítica, Mirabella no dejó pasar la oportunidad de tirarle un palo al gobierno nacional por la violencia que reina en Rosario: “No hay una mirada sobre la dimensión que tiene este problema. Sí o sí tiene que haber una intervención federal para abordar esto. Es inviable que la Policía provincial pueda combatir sola un delito de esta envergadura”.
Y en el mismo tono de reproche puntualizó que nunca llegó la cantidad de fuerzas federales prometidas: “Tenía que haber 1.000 efectivos en marzo y una unidad especial viviendo en Rosario, pero no están. Se están construyendo las instalaciones para que los gendarmes queden de forma permanente.
Entrevistado por Alejandro Fantino, a quien llenó de regalos con embutidos y alimentos envasados de origen santafesino, el diputado y mano derecha de Perotti sostuvo que “el narcotráfico comenzó a proliferar hace unos 15 años, cuando distintas bandas empezaron a tener cierta envergadura en la venta de drogas con complicidad policial”. Y recordó que “hace 10 años cayó preso el jefe de Policía de la provincia (Hugo Tognoli), y a partir de ahí empezaron los ajustes de cuenta entre bandas, algo que sucede hasta hoy”.
“Hoy (las bandas) ya no se disputan el control del barrio, sino el control de una manzana: en una vereda hay un kiosco y enfrente hay otro, entonces se tiran tiros para que el otro no se instale. Hay un nivel de violencia porque todo se arregla a los tiros. Más del 85 por ciento de los homicidios son por enfrentamientos entre bandas, para controlar el mercado y el territorio”, añadió.
Mirabella aseguró luego que Rosario “se está transformando en un punto de distribución mundial” al recordar que “en agosto hubo un decomiso de 1.600 kilos de cocaína era un embarque camuflado en pellets de maíz que salía desde el puerto de Rosario a Qatar y Dubai con una conexión española”.
