“Estoy con muchos nervios, con la calculadora en la mano. Está posible, el último Mundial empatamos el primero y perdimos el segundo, pero ganando el tercero pudimos clasificar. Lo importante es recuperar el ánimo del juego”, expresó en diálogo con País Adolescente, de Fernando González.
“Argentina tiene un gran plantel para seguir dando pelea. Lo importante es que los nervios no nos traicionen”, agregó.
“Hay un paper que estuvo circulando en estos días, donde se estudiaba la situación de los equipos y los países que ganaron el Mundial, y como impactaba eso en la economía. Pero el alivio era de un trimestre”, señaló.
Según explicó Prat Gay, el paper marcaba que “había una sensación de relajo después de los triunfos, sobre todo en los países más futboleros; pero era algo que duraba apenas un trimestre”.
En su análisis, marcó que “es bastante obvio que la situación es muy frágil, creo que los anuncios de ayer lo ratifican. Massa había dicho que no iba a haber otro dólar soja y no tuvo más remedio que volver a ofrecerlo, un soborno para que los exportadores de soja vendan lo que tienen. Cuando mirás los números de reserva, ese salto que tuviste en septiembre con la primera ronda del dólar soja, ya te consumiste la mitad. Y son dólares que no vuelven, porque como no modificas el tipo de cambio, el cálculo que hace el productor es sobre el stock pero no sobre el flujo. Agregale además la sequía que dañó mucho la cosecha de trigo, y estamos hablando más o menos de 4 mil millones de dólares que pierde Argentina en el verano”
“Hay otra cuestión es cómo están pisando las importaciones. Si mirás los últimos informes del Banco Central, estás con niveles de entre 1.500 y 2.000 millones de dólares por mes de importaciones que se hacen y no se pagan, y hay una deuda acumulada de 10 mil millones de dólares”, agregó.
“Están estirando algo que no sé hasta cuándo se puede estirar. Son parches mal armados, que se van rompiendo y no hay una estrategia detrás”, agregó.
Para Prat Gay, “estos manotazos de ahogado son la frazada corta. Lo que hace el gobierno para juntar unos dólares más repercute por el lado de la inflación, porque al final el que pone la plata es el Banco Central”.
“El programa ya está totalmente contaminado. El FMI le dijo a Argentina que no podía contabilizar como ingresos una cosa muy trucha que hacía Guzmán cuando emitía bonos que indexan por encima de la par. Y después está la discusión de que con el dólar soja entran las retenciones correspondientes a las exportaciones, pero al mismo tiempo el gobierno le paga al Banco Central para compensarle la pérdida generando una deuda. Esa deuda tiene una contrapartida que es el gasto del Gobierno, y el Gobierno no lo está registrando”, explicó.
Además, marcó que “el gobierno patea los problemas para adelante, y como el Fondo está complicado le permiten estos desguaces. En la práctica se puede dar la paradoja de que se cumpla con el programa, pero como el mercado sabe las trampas que hay detrás, no tenés los beneficios de credibilidad que habitualmente te da cumplir una promesa”.
“Se empieza a ver con mucha claridad la desaceleración fuerte de la economía. El rebote después de la cuarentena se agotó a fines del año pasado”.
Respecto al actual Ministro de Economía, señaló que “Massa tendría que hacer lo que cualquier Ministro de Economía razonable: no pensar tanto en la próxima elección y empezar a resolver los problemas, que lamentablemente le van a quedar al próximo gobierno sin importar qué signo es”.
Sobre el oficialismo, indicó que “es difícil pensar que puedan aguantar de este modo hasta fines del año que viene, porque el desequilibrio ya es muy grande. Pero estamos viendo medidas que postergan las decisiones y terminan agrandando el problema, y cuando eso se manifieste con más contundencia veremos lo que fue la gestión de Massa”
“Mi candidato es el que no está. Es el programa y las ideas. Lo digo para hacer un punto fuerte: estamos perdiendo tiempo en ambiciones personales y no le estamos ofreciendo a la sociedad el rumbo. La sociedad le va picando el boleto al kirchnerismo, mira a la oposición para ver dónde está el futuro y en la oposición el espectáculo que damos son las ambiciones personales por encima de las colectivas”, cerró.