Durante el último año, el mercado inició una reactivación, pero se agravó la crisis de los alquileres. De todas maneras, en el sector hay expectativas por el blanqueo de capitales para la compra de viviendas usadas, previsto en la Ley de Presupuesto 2023, a través del Decreto 18/2023. Así, quienes cuentan con dinero no declarado, pueden sincerarlo en la compra de inmuebles usados, y no sólo en la compra de unidades en construcción.
En este contexto para, Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), “La tendencia es hacia arriba, tenemos optimismo. El blanqueo, además, le va a dar un impulso espectacular a las operaciones”
Pero también remarcó que se necesitan realizar cambios normativos, “la principal modificación en la normativa debería ser volver a contratos dos años e imponer un índice de actualización alternativo”, exclamó. Y agregó: “Primero y principal, hay que comprender que la ley impacta en forma negativa a inquilinos, propietarios, a los profesionales inmobiliarios y a los constructores y desarrolladores”.
“Si es que no surge una nueva ley en lo inmediato, solicitamos que los contratos que actualmente duran tres años vuelvan a regir por dos años. Y es necesario volver a un índice de actualización alternativo, que puede ser sumar un coeficiente de valor salarial con otro de inflación”, sostuvo.
“Mientras el salario iba por encima de la inflación no había tantos inconvenientes. Ahora, cuando el salario va por debajo de la inflación, hay problemas. Y se produce una incógnita tener un índice atado a la inflación. Solicitamos que se agregue un índice más, que es el coeficiente de valor salarial, incluso para los créditos hipotecarios que en algunos bancos van a volver a utilizar, o impulsar estímulos en distintas metodologías en este aspecto”, agregó.
Al ser consultado sobre los niveles de rentabilidad que presenta el mercado de alquileres, el titular de la Cámara de Inmobiliarias analizó: “En 2022, tuvimos dos fotos. Una al principio de año y otra al final. Los valores han cambiado en estos meses. Al inicio de 2022 teníamos una rentabilidad que no superaba el 2 por ciento y hoy está en una del 4 por ciento. Pero cuando tenés estos niveles de inflación, ese cuatro a los pocos meses se convierte en un dos y cuando termina el año ni siquiera supera el 1.5 anual. La rentabilidad se desdibuja. Para el que paga, es mucho, y para el que cobra prácticamente se le diluyó el dinero. Por eso los valores locativos se están hundiendo”, concluyó.