El precio de los huevos en los Estados Unidos se disparó. Entre la inflación y el faltante del producto, los huevos se han convertido en un bien tan preciado que en lugares como California triplicaron su precio con respecto a un año atrás.
Y es exactamente en lugares como California, con su frontera sur con México, que algunos estadounidenses se han puesto creativos y han tomado el asunto en sus propias manos. Son muchos los que decidieron cruzar la frontera y conseguir huevos del lado mexicano. Pero se les pasó un pequeño detalle: los huevos mexicanos están prohibidos en los Estados Unidos.
El diario estadounidense The Wall Street Journal dedicó una editorial sobre el tema, en la cual recordó que los defensores de la medida, al momento de ser aprobada en 2018, aseguraron que “ayudaría a los productores familiares y haría crecer la economía de California”, además de “proteger a nuestras familias de la intoxicación alimentaria”.
Pero la realidad distó mucho de ese escenario. Muchos empresarios avícolas abandonaron la actividad y otros debieron invertir fortunas para adaptarse a la nueva exigencia. La producción de huevos descendió de manera abrupta y lo contrario ocurrió con los precios del producto.
La aparición de un brote de gripe aviar empeoró las cosas, porque muchos planteles de gallinas debieron ser sacrificados para evitar la expansión de la enfermedad. Mientras que los establecimientos avícolas convencionales suelen contar con estrictas medidas de bioseguridad, las “gallinas libres” están mucho más expuestas al virus.
Las consecuencias fueron entre otras que en el cruce de San Ysidro, que divide San Diego y Tijuana, se cuentan de a miles los huevos acumulados en las oficinas gubernamentales tras haber sido confiscados por los oficiales de la frontera. La jefa del control agricultural de la frontera, Rosie Maizuss, ha confirmado a la prensa que se dispararon las confiscaciones de huevos por personas que intentan cruzarlos de manera ilegal. Además, las autoridades confirman que las confiscaciones en la frontera generan un costo elevado para el gobierno, porque los miles de huevos que secuestran cada semana deben ser trasladados a otro lugar para ser esterilizados y luego destruidos.