Rosario

“A Brilloni le tienen que dar recursos, no pueden joder con eso”

El intendente Pablo Javkin confía en el nuevo ministro de Seguridad porque, entre otras cosas, conoce a la perfección el territorio de la ciudad. Por eso le hizo saber al gobierno provincial que debe darle apoyo político para que despliegue su trabajo.

El intendente Pablo Javkin se mostró entusiasmado con la designación de Claudio Brilloni como ministro de Seguridad provincial, ya que consideró que está capacitado para ocupar ese lugar y además conoce a fondo la problemática de la ciudad. “Le tienen que dar recursos, no hay que joder con eso”, dijo claro tono de mensaje al gobierno provincial durante una entrevista que mantuvo con Marcelo Fernández en «Con sentido común», por CNN Radio Rosario. 

—¿Cómo resultó la reunión con el nuevo ministro de Seguridad? 

—Fue una muy buena reunión de trabajo. Por lo tanto no fue una reunión con protocolo porque nosotros lo conocemos hace mucho a Brilloni. Conoce el territorio, eso a veces resulta absurdo explicarlo pero es muy importante estar con alguien que sepa de qué le hablamos. Obviamente esto no se va a arreglar con un cambio de nombre, no lo va a resolver un jugador solo, diría como metáfora futbolera, pero es una persona con la que se va a trabajar sin duda de manera más consistente porque además es una persona de calle. Requiere también que al ministro Brilloni le den los recursos, la capacidad de armar su equipo, las movilidades, no hay que joder con eso ahora y perdón por la expresión. Si tenemos una persona idónea para si ponemos todo lo que necesita y bueno… no tendremos resultados. 

—Dentro de toda esta situación tan negativa ocurrieron dos cosas positivas a partir de tus declaraciones: una es el cambio en el Ministerio, y la otra es que se puso presión sobre el gobierno provincial para que ponga los recursos y el apoyo político.

—Acá hay dos temas centrales: lo que sucede en las cárceles y la presencia policial en la calle. Eso es la prioridad absoluta. Es un tema muy contundente que requiere decisión política federal y decisión política provincial: lo hemos planteado desde el primer día. A muchos les queda cómodo municipalizar el tema de la seguridad; hoy me escribió el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, preocupado por el narcomenudeo que allí no tiene las características violentas de acá, pero sí en términos de la conformación del negocio. La Argentina está absolutamente impotente en la lucha contra el narcotráfico, y si eso se combina con la dificultad de tener en la calle presencia para cuidar a nuestra gente… la verdad, la combinación es terrible e inaceptable. Hace mucho venimos planteando este tema y no lo vamos a soltar, y menos ahora. En la semana nos reuniremos con legisladores nacionales para llevar la problemática a todos lados. Se lo he planteado al presidente, le he hecho un informe muy particular, personalizado, de lo que yo entiendo son las medidas urgentes que deben tomarse. Lo último que debemos hacer es entrar en una guerra de solicitadas o de declaraciones públicas mientras no se toman las decisiones. 

—Es insólito que Perotti y Aníbal Fernández se peleen así, encima cuando son amigotes…

—Hay ocho cosas que hay que hacer sí o sí: en la Justicia Federal; en la presencia de la fuerza de seguridad; en el Servicio Penitenciario; en la acción de los recursos en el territorio; por ejemplo, para urbanización. Son cosas muy puntuales. La Argentina tiene sobradas condiciones para hacerlo, y nosotros estamos para ejecutarla. A mí si me dan (los recursos), yo lo ejecuto. El gran problema que tenemos es la discusión en abstracto sobre un tema que es bien directo y que hace a la vida de la gente.

—¿Cómo van a trabajar con el ministro Brilloni?

—Hay dos reuniones semanales fijas a las que van los equipos que tienen con que ver las fuerzas federales y con la disposición de fuerzas provinciales, y a eso se agrega los días jueves una reunión que yo venía manteniendo con el jefe de Policía. Obviamente ahora tengo la facilidad del vínculo con el ministro, que entiende el nivel de amenaza. Se está por poner en marcha, después de mucho tiempo, la estación policial del sudoeste que iba a ser la sede de la Policía Comunitaria… ¡y hoy la balearon! Y no hay detenidos. ¡Hubo un robo grave en Arroyito en el horario del partido de Central, en una zona repleta de policías! 

—Repasando algunos conceptos más generales, ¿estamos hablando de controlar cuatro o cinco cárceles y tres o cuatro barrios?

—No sólo los barrios. Hay dos combinaciones: una es lo que tiene que ver con los crímenes ligados al narcotráfico; la otra es la presencia disuasoria de la fuerza para cuidar a la gente del robo violento. Hay que tener móviles y recursos en la calle para evitar estas cosas. En esa combinación, las cárceles que se deben controlar son Marcos Paz, Ezeiza, Rawson, Piñero y Coronda. Son cinco establecimientos. 

—¿Leíste el comunicado de la Casa Rosada? 

—Sí. Vos te podés agarrar de cualquier partecita y aunque sea verdad, no significa que sea la verdad absoluta. No niego que haya allanamientos y operativos, ya lo he dicho. Pero también de verdad que no hay móviles para las fuerzas federales. La respuesta es cuando se solucione el tema y el tema no se soluciona con un pedacito de verdad. Se soluciona con una acción coordinada. Se acostumbran a creer que el problema es Rosario, pero están locos… el problema no es Rosario, el problema es cómo circulan las drogas y las armas en la Argentina. El problema acá es que el Estado no regula, lo que quiere decir que en otro lugar el Estado regula. 

—Germán de los Santos nos dijo que el principal ingreso de estas bandas ya no es el narcotráfico sino las extorsiones. 

—Hay una industria generada a partir de la amenaza. Es bien de mafia eso. Si vos te fijás usan ese nombre a propósito. Ahora se están estableciendo protocolos porque tampoco puede ser que cualquiera mande un mensaje de WhatsApp para extorsionar. Ahora, hay que decirle al que recibe ese mensaje que lo desestime. No es fácil. Hay que tener un protocolo, cuidado, intervenciones de los fiscales. Claramente han generado una industria.

—¿Hablaste con el gobernador?

—Sí, hablé antes de la reunión con el ministro. Yo hablo permanentemente. Venimos hace años planteando todo esto. Desde que salimos de la pandemia pusimos el foco en esto, en repetidas ocasiones. 

—Hay que traer a Rosario, sentarlos a la mesa, a todos los que tienen niveles de decisión. 

—No vienen a Rosario. Estamos a 300 kilómetros y no vienen. Los funcionarios tienen que venir, se tienen que instalar acá.