El juez de Rosario, Aníbal Pineda, explicó sobre la acción tomada por el Juez Horacio Rosatti: “La intervención del presidente de la Corte Suprema de la nación pidiendo a Aníbal Fernández mayor protección a los jueces se da por una amenaza de un narco a un juez y a un fiscal federal”, dijo y aclaró que Rosatti se comunicó por propia iniciativa y “no por un pedido nuestro”. Dando más detalles, contó Pineda que el narco que hizo la amenaza “está detenido hace cinco años y la amenaza la hace desde la cárcel (federal) y tiene cuatro procesamientos por hechos cometidos desde la cárcel”.
“Los líderes narco de Rosario están todos presos y aun así siguen operativos desde la cárcel”, expresó y sentenció: “Si no se soluciona casi no tiene sentido seguir así”.
“Estamos en una instancia de narco-terrorismo”, afirmó el presidente de la cámara federal de apelaciones de Rosario que siguió: “Se hacen extorsiones a los comerciantes y vecinos, se les cobra protección para no balearlos”. “Es imposible imaginar que no hay complicidad con el servicio penitenciario”, reveló Pineda que agregó sobre los narcos detenidos: “No pueden tener celular por ley”, aclaró.
Con tono de súplica el juez añadió: “Es el momento más complicado, si no entendemos que es una preocupación nacional no vamos a entender la dimensión de esto. En cuanto esto se terminen de consolidar aquí en Rosario se va a replicar en el Gran Córdoba, el Gran Buenos Aires y el Gran Tucumán, que tienen las mismas características como ciudad”.
En cuanto a cuales serían las primeras acciones a realizar, expresó: “Hay cuestiones urgentes por resolver: la cárcel, la policía y fortalecer a la Justicia Federal, las tres las deben resolver el poder ejecutivo y legislativo nacional”.
“La policía perdió el control del territorio y a su vez es parte de la connivencia. Hay que reformular una policía de la provincia”, subrayó e instó a una “presencia activa de las fuerzas federales y sustituir en los primeros meses a la policía de la provincia” hasta que se reformule la seguridad local.