Por segunda vez, una subsidiaria de J&J llamada LTL se declaró en bancarrota este martes, una estrategia que, según la compañía, podría “resolver de manera equitativa y eficiente todos los reclamos que surjan de los litigios por el talco cosmético” en América del Norte, según un documento regulatorio. Un intento anterior quiso utilizar la protección por bancarrota del Capítulo 11 para resolver las demandas por el talco fue rechazado por un tribunal de apelaciones, que dictaminó que la empresa no podía declararse en quiebra porque no tenía problemas financieros.
Esta vez, la escisión de LTL de J&J aumentó la oferta en US$ 6.900 millones sobre el acuerdo inicial de US$ 2.000 millones. La compañía dice que obtuvo compromisos de más de 60.000 demandantes actuales contra J&J para respaldar la resolución.
La compañía dice que el acuerdo no constituye una admisión de irregularidades. Johnson & Johnson ha sostenido durante mucho tiempo que los productos que utilizan polvo de talco son seguros de usar. Aunque J&J afirma que ha ganado la mayoría de sus demandas por el talco, los jurados otorgaron a algunos clientes miles de millones de dólares en daños y perjuicios, apoyando los argumentos de los demandantes de que los productos de talco de la compañía les causaron cáncer.
“La compañía sigue creyendo que estas afirmaciones son engañosas y carecen de mérito científico”, dijo Erik Haas, vicepresidente mundial de litigios de Johnson & Johnson, en un comunicado. “Sin embargo, como reconoció el tribunal de quiebras, resolver estos casos en el sistema de responsabilidad civil llevaría décadas e impondría costos significativos a LTL y al sistema”.
Haas dijo que resolver los reclamos a través de la bancarrota beneficia tanto a la compañía como a los demandantes, porque hará que los demandantes reciban dinero más rápido y le da a J&J la capacidad de terminar sustancialmente con todos los litigios relacionados con las demandas por talco en América del Norte.
Los abogados que representan a miles de demandantes criticaron la propuesta de quiebra.
“Este trato falso ni siquiera paga las facturas médicas de la mayoría de las víctimas”, dice Jason Itkin, socio fundador de la firma de abogados de lesiones personales Arnold & Itkin LLP, con sede en Houston. “Los costos médicos por sí solos pueden oscilar entre US$ 140.000 y más de US$ 1,4 millones por víctima en casos de cáncer de ovario. Los costos del mesotelioma son aún más altos”.
Fuente: CNN Radio