A tres meses de las elecciones Paso en Santa Fe, las fuerzas políticas comienzan a mostrar sus cartas. Los partidos más chicos o los desprendimientos de estructuras más grandes, que necesitan más tiempo de campaña para hacer conocer a sus candidatos, son los primeros que salen a la cancha.
Quienes en realidad dieron el paso inicial fueron Roberto Sukerman y Juan Monteverde, que tejieron una suerte de alianza justicialista-progresista que se enfrentará entre sí en las primarias para luego unificar una oferta electoral más potente para el 10 de septiembre con el objetivo de pelear por la Intendencia de Rosario.
Este lunes, en tanto, fue el turno del espacio que lidera el diputado provincial Rubén Giustiniani, quien puso sobre la mesa electoral un apellido de peso pero sin recorrido (visible) en la política: Carlovich. Bruno, el hijo del mítico mediocampista de Central Córdoba asesinado en 2020, encabezará la lista para concejales de Igualdad.
Giustiniani, que intentará retener su banca en la Legislatura santafesina, buscó despegarse rápidamente de sus otrora aliados del Frente Amplio por la Soberanía. El socialista quiso quedarse con el primer lugar de la lista de candidatos a diputados, pero la mayoría de la coalición se alineó detrás de Carlos Del Frade. Sin margen para dirimir esa diferencia en las Paso, Pechito dio el portazo y se fue a jugar su propio partido. Para ello eligió a un nombre conocido entre los rosarinos, con lo que apela a una fórmula que viene dando buenos resultados electorales.
Justamente, el Frente Amplio por la Soberanía también se presentó formalmente en sociedad con su oferta de progresismo y centroizquierda, con el mencionado Del Frade como principal referente. Está secundado por la exministra de Educación durante siete años de gobiernos socialistas Claudia Balagué, el radical Palo Oliver, la “delfradista” Mercedes Memé Meier, la actual subsecretaria de Políticas de Género de Santa Fe, Gabriela Sosa, y dirigentes mayormente provenientes de la izquierda y la centroizquierda: la exdiputada Alicia Gutiérrez y los exconcejales Nire Roldán y Alberto Cortez, entre otros.
“Entendemos que Santa Fe necesita una expresión de centroizquierda, más si se tiene en cuenta que el perottismo y sus aliados y el frente de frentes son expresiones neoliberales que van por el achique del Estado”, sostuvo Palo Oliver como una síntesis del por qué y para qué de esta coalición.
El primero de los nombres con más peso dentro del arco opositor que moverá la ficha es el de Maximiliano Pullaro, quien este jueves lanzará su precandidatura a gobernador desde la ciudad de Esperanza. Se anunció que será un acto sencillo y breve pero suficiente para marcar la cancha dentro del todavía llamado frente de frentes (en las próximas horas definirá su sello: Unidos por Santa Fe o Unidos por el Cambio), que aún estira la presentación formal de Carolina Losada.
Mientras tanto, el peronismo tiene desde hace tiempo a unos cuantos de los suyos jugando su propio juego para llegar a la Casa Gris: el cristinista Marcos Cleri, el rossista Leandro Busatto y el “Evita” Eduardo Toniolli. Todos, con mayor o menor expectativa, están a la espera de que Omar Perotti le levante de una buena vez la mano a Roberto Mirabella y de que Marcelo Lewandowski anuncie públicamente si peleará por la Gobernación o si, como todo indica, irá por la Intendencia de Rosario.