Según números de la Bolsa de Comercio de Rosario, la superficie perdida (es decir, el área que directamente no será cosechada) en todo el país alcanza la friolera suma de 3,58 millones de hectáreas (Mha). En Santa Fe, donde el fenómeno climático se sintió de forma particular, esa cifra alcanza los 1,2 millones de hectáreas, una superficie similar al departamento General López, el cuarto más grande de la provincia.
La entidad ya brindó algunas precisiones de la que definió como la peor campaña sojera de los últimos 23 años, pero sus áreas técnicas siguen actualizando sus informes de manera constante. La semana pasada, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) recortó las estimaciones para la actual cosecha, de 27 a 23 millones de toneladas.
En un nuevo documento, GEA destacó que la superficie perdida durante el actual ciclo productivo “marca un máximo histórico para el país y prácticamente triplica el máximo anterior de la 2015/16”.
“Incluso, hay que remarcar que en 2015/16, la superficie sembrada a nivel nacional superaba las 20 Mha, mientras que en este último ciclo el área implantada alcanzó cerca de 16 Mha, por lo que la superficie perdida sobre el total implantado en este último ciclo es mucho mayor: 22% vs. 6% en aquel entonces. Tomando este indicador, es decir superficie perdida sobre superficie sembrada, la 2022/23 también marca un máximo histórico, quedando por encima del 16% de la 1988/89”, concluye.
Las cifras récord responden fundamentalmente al escenario de sequía, que deja los peores rindes nacionales de los últimos 15 ciclos agrícolas. Este fenómeno se sintió particularmente en Santa Fe, distrito clave para la producción sojera. En materia de superficie perdida, la actual campaña dejará sin cosechar 1,21 Mha, casi cinco veces más que hace un año atrás.
Las hectáreas perdidas en Santa Fe representan una superficie superior a la del departamento General López (1,15 Mha), el cuarto más grande de la provincia.