Sin oradores, pero con un escenario desde donde una locutora leyó un documento firmado por los diez partidos que lo conforman, este mediodía se presentó formalmente Unidos para cambiar Santa Fe, la coalición no peronista que buscará quedarse a través de alguna de sus vertientes con el control de la Casa Gris a partir de diciembre.
El acto “fundacional” tuvo lugar en Cayastá y significó el cierre de una etapa de casi dos años de negociaciones, en que hubo que acercar posiciones que parecían antagónicas. Lo más difícil fue sentar a una misma mesa al Partido Socialista y al PRO.
“No es un pacto electoral, es un acuerdo político. Es la respuesta a una demanda ciudadana para poner en marcha otra vez la provincia; para despertarla del sopor, la inercia, el oportunismo, la inacción, y desplegar así su potencial social y productivo”, aclara el documento como en respuesta a quienes cuestionaron (sobre todo desde el socialismo) la conformación de este frente.
“Los acuerdos políticos, entendidos como capacidad de escuchar, consensuar y actuar en procura de desarrollo, inclusión social y justicia, son en la Argentina de hoy más que una opción, un deber”, sigue el escrito, en el que luego se subraya que Unidos para cambiar Santa Fe “surge al amparo de esa convicción y como fruto de una visión compartida asentada en tres coincidencias: la Santa Fe que hoy lamentablemente vemos, la Santa Fe que queremos y los lineamientos sobre los cursos de acción para lograr esta aspiración”.
Creo, la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, el PRO, el Partido Demócrata Progresista, la Ucedé, Encuentro Republicano Federal, Unir, UNO y GEN son las diez fuerzas que integran esta coalición, y un representante de cada una estuvo en la presentación de este mediodía.
Faltaron a la cita el intendente de Rosario, Pablo Javkin, y la senadora nacional Carolina Losada, apuntada como la precandidata a gobernadora que ungirá una facción del radicalismo junto a otras fuerzas del frente. Competirá con Maximiliano Pullaro –ya lanzado públicamente desde otra línea interna de la UCR– y con la socialista Clara García, quien formalizará su precandidatura en pocos días.
Se alude, luego, a la “prolongada crisis que se manifiesta a diario en nuestro país y que se explica por la imposición de una cultura política con aspiraciones hegemónicas y corporativas que lejos de representar intereses, deseos y sueños del conjunto de la sociedad, ha derivado en un proceso de decadencia que afecta a la mayoría del pueblo argentino”.
“Tristemente el kirchnerismo ha encarnado y llevado adelante esa imposición cultural y política; y para nuestro pesar, Santa Fe está gobernada actualmente por las mismas prácticas: gobierno nacional y provincial comparten un mismo signo partidario y una misma manera de gobernar. Hay empobrecimiento, falta de trabajo, índices inflacionarios exorbitantes y una carga impositiva excesiva que castiga fundamentalmente a los sectores agropecuarios”, expresa en otro párrafo el documento.
En un contexto descripto como sombrío, la coalición de partidos opositores sostiene que este 2023 “aparece como un año bisagra, en el que se puede torcer el rumbo y retomar un recorrido virtuoso en procura de progreso y de convivencia en paz. Es la democracia la que nos brinda la ocasión de garantizar derechos y construir a partir del diálogo, una sociedad que retome el camino del crecimiento basado en la producción, la innovación y el trabajo”.
“Éste es el contexto en el que nos propusimos celebrar esta plataforma de valores, proyectos y conductas entre muchas fuerzas políticas para edificar los cimientos de un presente y un futuro mejores para todos sus habitantes”, añade.
Y sigue: “Somos conscientes de que este acuerdo en valores, convicciones y compromisos democráticos tiene por delante un camino arduo y complejo, pero que se puede transitar con éxito si también se suma al mismo la voluntad mayoritaria de la ciudadanía para encarar cambios necesarios e impostergables. Con esta convicción iniciamos este camino”.