En dialogo con Marcelo Fernández, Weiss destacó “la obra pública es la única industria que pone un precio hoy y entrega el producto dentro de un año, dos, tres, cuatro, depende del volumen de la obra, del tamaño de la obra, eso en economía es inflacionario, es absolutamente imposible si los contratos no tienen una cláusula de reajuste de precios que trate de tener actualizado precios a moneda constante a lo largo del periodo de ejecución de obra, a lo largo de la duración del contrato”.
Sin embargo, Weiss criticó que “la fórmula de actualización de determinación de precios no funcionan, no tienen relación con la realidad. Los contratos se empiezan a deteriorarse, tienen fuertes distorsiones económicas, por supuesto la problemática de los insumos de sobre todos los vinculados al dólar en forma directa o indirecta, aquellos insumos que necesitan las fábricas locales para producir los materiales de que se produce localmente”.
“Cada vez hay procesos de este tipo, se suma a retrasos en los pagos que con estas niveles de educación de interés complican todavía más los contratos, con lo cual procesos como este que lamentablemente hemos vivido mucho más en una oportunidad en Argentina”, advirtió.
Por último, el presidente de CAMARCO explicó que la obra pública está relacionada con la capacidad del Estado de financiar esa obra, mientras que la privada está estrechamente vinculada a la situación económica del país. “Cuando la economía es floreciente y Argentina crece, hay optimismo y confianza, la gente invierte, hay construcción y ventas. Pero cuando hay recesión, alta inflación y la economía tiene desajustes, no hay construcción”, concluyó.