Preocupante

Periodistas bajo ataque: las nuevas formas de presión para condicionarlos en su tarea

El presidente de Fopea, Claudio Jacquelin, advirtió sobre el avance de una práctica que busca amedrentar a la prensa para "callarla y que no se investigue": el armado de causas judiciales.

El periodista Claudio Jacquelin, presidente del Foro de Periodismo Argentino (Fopea), reconoció que desde ese organismo observan con preocupación la presión de grupos de poder sobre el periodismo “para callarlo y evitar que se investigue”. Apuntó que se trata de una práctica relativamente nueva y que consiste en crear causas judiciales para condicionar la libertad de expresión.

“Estamos viendo que reaparecen las viejas formas de presión de poderes públicos y económicos sobre el periodismo para callarlo, para evitar que se investigue. La mayor parte de los ataques que se denuncian a la libertad de expresión y de prensa están cometidos por agentes públicos, funcionarios de los poderes ejecutivos, judiciales y legislativos. Esto revela una situación extremadamente preocupante”, describió Jacquelin en diálogo con Marcelo Fernández en «Con sentido común» (CNN Radio Rosario).

“Pero a eso hay que sumarle que empiezan a aparecer nuevas metodologías de amedrentamiento –advirtió–, como la creación de causas contra periodistas que no tienen ningún sustento. No están vinculadas ni siquiera con lo que un periodista haya dicho o escrito, sino que se crean causas para buscar silenciarlo. A veces tienen que ver con espionaje, con supuestos lavado de dinero, cosas que no tienen que ver con el ejercicio profesional”.

El reconocido periodista de La Nación señaló que esta práctica “empieza a ocurrir en todo el mundo, de hecho tiene una sigla en inglés, Slap, que significa Strategic Lawsuit Against Public Participation; es decir, juicios estratégicos contra la participación pública. Buscan acallar al trabajador”. Y agregó: “Fopea ha presentado esta problemática en foros internacionales, ante la Relatoría de la Libertad de Expresión de la OEA y ante las Naciones Unidas en el informe sobre derechos humanos porque advertimos por lo pronto tres casos muy concretos: el de Irene Benito, en Tucumán; el de Daniel Ence, en Paraná, y el de Daniel Santoro, en la Ciudad de Buenos Aires”.

Jacquelin insistió con la preocupación que genera en el ámbito periodístico el avance de este tipo de presión para condicionar la tarea de informar libremente. “Es una situación que nos empieza a preocupar mucho. Aparecen estas causas que no tienen ningún destino de prosperar porque, obviamente no tienen sustento, no están basadas en hechos reales sino que se arman sobre la base de construcciones forzadas. Apuntan a que el periodista se calle, que no trate determinados temas, pierda tiempo y ponga en riesgo su patrimonio porque muchas veces las denuncias aparecen en juzgados en los que tienen alguna connivencia con los denunciantes; entonces, implica gastar dinero en abogados y muchas veces puede llegar a afectarse el patrimonio de los periodistas. Es una modalidad que se está extendiendo y que se suma a otra, también novedosa, que tiene que ver con el acoso digital: se establecen grupos que hostigan y desacreditan y deslegitiman a los periodistas”.

Luego, sobre el informe de la tarea profesional en 2022 en Argentina, explicó que “se sostiene la tendencia de ataques a la libertad de expresión y de prensa aunque haya habido alguna pequeña baja, muy en línea con los años no electorales, hablando de 2022. Sí recrudece en los años impares, algo que según los primeros registros de estos meses empieza a corroborarse”.

“También debo decir que hay un subregistro porque hay colegas que prefieren que no se difunda algún hecho de intimidación”, completó.

Jacquelin reflexionó después sobre la forma en que la prensa rosarina desarrolla su tarea en medio de un ámbito marcado por la violencia. “Hemos estado el año pasado en dos misiones en Rosario y los colegas nos contaron cómo han tenido que alterar y modificar sus hábitos y las prácticas profesionales. Es estremecedor. Como es un proceso acumulativo, se naturalizan algunas prácticas pero la verdad es que viéndolo de afuera resulta estremecedor y sumamente preocupante, y por eso Fopea ha puesto mucho el foco en esa situación”.

“Uno de los problemas más inquietantes de lo que ocurre en Rosario no es la ausencia del Estado sino muchas veces la presencia cómplice de los agentes del Estado y esto agrava y complejiza mucho más la situación”, concluyó.

¿Qué es Fopea?

Según describe en su sitio web, el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) nació en 2002 como un espacio de reflexión, diálogo y promoción de la calidad del periodismo, creado por un grupo de profesionales de medios de comunicación y docentes.

Persigue diferentes objetivos: promover la profesionalización de los periodistas a través de la capacitación en diferentes áreas, temas y herramientas; promover debates sobre las cuestiones más relevantes de la práctica periodística (ética y calidad periodística, formación, acceso a la información, transparencia, gestión responsable de la publicidad oficial, innovación en el periodismo, entre otros temas); promover las prácticas en defensa de la libertad de expresión, denunciar y trabajar contra las restricciones impuestas a este derecho básico de la democracia; promover el diálogo con todos los sectores involucrados en la profesión y con todos los sectores sociales.