Entrevista

“Muchos no aprendieron a ser concejal y ya quieren ser senador”

Punzante y locuaz como siempre, Jorge Boasso busca un lugar en el Senado de la provincia para cambiar viejas prácticas que viene denunciando desde hace años.

Frontal y punzante, Jorge Boasso está de regreso en la arena política para jugar abiertamente por un cargo. Después de haber sido concejal de Rosario durante seis períodos consecutivos y de un intento por la intendencia en 2019 y de la senaduría nacional en 2021, de la mano de Maximiliano Pullaro buscará ahora llegar al Senado de Santa Fe por el departamento Rosario. Allí lo espera una dura batalla en las Paso, donde debe medirse en las urnas con Miguel Cappiello, Ciro Seisas, Verónica Irízar y Anita Martínez, entre otros.

Entrevistado por Marcelo Fernández en el programa «Así Estamos» (Telefe Rosario), dejó algunas definiciones fuertes, fiel a su estilo combativo y locuaz.

—¿Por qué querés ser senador?
—No era candidato en estas elecciones, pero me llamó Pullaro y me ofreció. No pude consultarlo ni con la almohada, lo pensé rápidamente y acepté. Es un cargo totalmente desaprovechado, la gente ni siquiera sabe qué hace un senador por Rosario. Han pasado muchos pero sin pena ni gloria. Conceptualmente es “el” lugar para convertirse en el intendente de siete ciudades y presidente comunal de 17 localidades. Se puede presentar proyectos de leyes para modificar realidades que hoy son muy duras para Rosario y la región.

—Está impuesta la idea de que hoy el poder real de la provincia pasa por el Senado. ¿Cuál es tu visión?
—Vengo siendo crítico del Senado provincial desde 2015 en adelante. La escuché a Lilita Carrió en este paseo mediático de la última semana y habló del Senado, pero con aspectos que no me gustan. Cuando yo critico a una institución es después de haber hecho algo. En cambio, Carrió no hizo una sola denuncia. El único político que denunció penalmente a cinco senadores fui yo, en 2016: a Traferri, Pirola, Gramajo, Baucero y Rasetto. Antes de criticar hay que actuar. Lilita tendría que haberme acompañado, ni siquiera me llamó para apoyarme en esta cruzada. Encima, en 2017, un delincuente llamado Patricio Serjal archivó mi denuncia. Sabido es que Serjal fue investigado, procesado y condenado. Y estuvo preso. Por eso le digo delincuente. Ingresando al Senado voy a dar batallas para que se cambien muchas cosas.

—Claro, desde adentro…
—Por supuesto. Además, ya di un ejemplo: renuncié a los fueros en caso de ser senador. El fuero es el escondite de los delincuentes. Traferri se escondió en los fueros para no ir a la Justicia a dar explicaciones. Todos deberían renunciar a los fueros, aunque haya algunos que digan que no es posible jurídicamente renunciar. Sin embargo, está dividida la doctrina y yo sigo la postura del constitucionalista (Daniel) Sabsay. Más allá de eso, si sos senador y te cita un juez o un fiscal tenés que salir corriendo a dar explicaciones, no hagas como Traferri. En Santa Fe existe el “superfuero”, que es más grande del que hay a nivel nacional: a Cristina la pudieron investigar, citar, procesar y condenar… lo que sí tiene es inmunidad de arresto. Los fiscales fueron a la Corte Suprema y estamos esperando qué resolución tomará. Soy optimista.

—Otro tema son los subsidios que pueden entregar los senadores…
—Los subsidios que entregan los senadores vienen desde 2012 por un acuerdo de los senadores con Bonfatti. Voy a presentar un proyecto para que en la página web del Senado se publique el detalle del dinero que entrega cada legislador y para que cualquier ciudadano pueda investigar. En ese detalle deben figurar los siguientes datos: nombre y apellido del beneficiario y de la asociación que representa, con número de Cuil, monto y destino. Entonces, en primer lugar, transparencia para que los senadores se cuiden mucho a la hora de dar beneficios. Yo comprobé que los senadores que denuncié habían creado asociaciones civiles sin fines de lucro poniendo de presidenta a la mujer, de tesorero a un empleado suyo de 20 años y el domicilio del mismo senador. Esa plata volvía a su bolsillo, un financiamiento espurio. Por eso les pregunto a quienes compiten conmigo en esta instancia electoral: ¿qué van a hacer al respecto? ¿Qué pergamino van a mostrar? Muchos no aprendieron todavía a ser concejal y ya quieren ser senador departamental. La gente está harta de la clase política y tiene razón. Se pueden cambiar las cosas en la medida que tengamos políticos a la altura.

—En Santa Fe hay también políticos buenos, pero ninguno apoya las causas nobles complicadas…
—Es lo que dije: no tuve ningún apoyo cuando denuncié a los senadores.

—¿Por qué no se la juegan?
—Porque la mayoría se termina convirtiendo en una institución corporativa. Todos se defienden y se amparan entre sí. Hay que terminar con esas corporaciones. Y la gente es corresponsable de que no se termine con esas castas, como llaman algunos. En lugar de votar a personas con conocimientos, proyectos, experiencia e ideas claras termina votando a periodistas, que terminan siendo un fracaso; o votan a un chef que da lástima en su paso por la política. Tenemos muchos ITS, que son Inútiles Todo Servicio, que se meten en política para cobrar dos o tres veces más de lo que ganaban en sus trabajos previos. Cuando analizás a cada uno te das cuenta quién ingresa a la política para tratar de salvarse económicamente. La gente tiene que votar de manera racional y no emocional, no fijarse si el candidato es lindo. Que revise lo que hizo cada uno en su historial y vote a candidatos que tenga capacidad. Basta de charlatanes y también de mascarillas de proa, que son aquellos que al no poder mostrarse en los primeros lugares tienen que chuparse detrás de un Fórmula Uno. Los partidos políticos fracasaron, no han formado dirigentes.

—Esto mismo ocurre también en el plano nacional, con las cosas que se están viendo…
—Claro. O también aquellos que hacen imputaciones mendaces, sin fundamento, sin pruebas… y hoy se abrazan con quien denunció hace un año. Cuando hago denuncias duras voy a la Justicia. Basta de las denuncias al voleo. Por mi denuncia de 2016 tuve un aspecto negativo.

—¿Qué pasó?
—Después de mi denuncia Patricio Serjal en 2017 la archiva, y por acuerdo del Senado aprobaron la ley que juzga la conducta de los fiscales y lo sometieron al Tribunal de Disciplina. Es decir, terminé coadyuvando a que la corporación se defienda más todavía. Así que, si la gente lo vota, y espero que no, voy a tener que compartir recinto con Traferri. Y voy a seguir diciendo lo mismo, por supuesto. No puede ser que lo sigan votando. Después de mi denuncia estuvo involucrado en el juego clandestino.