Una misión oficial partió rumbo a Washington en un escenario de alta tensión para intentar concluir con éxito las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que llevan al menos tres meses. El equipo del Ministerio de Economía viaja con la intención de lograr un acuerdo técnico, con la expectativa de que Sergio Massa, ministro de Economía y candidato presidencial, se sume al final de la semana para firmarlo.
A pesar de los anuncios previos sobre un entendimiento inminente. Sin embargo, se produjo un acercamiento luego de un contacto entre Massa y la titular del organismo, Kristalina Georgieva. La comitiva que viajó a Washington incluye al viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, al vicepresidente segundo del Banco Central, Lisandro Cleri, al jefe de asesores del Ministerio de Economía, Leonardo Madcur, y a uno de los directores del Banco Central, Jorge Carrera.
El equipo económico deberá negociar rápidamente, ya que el FMI entrará en receso en agosto y la aprobación del acuerdo podría demorar dos semanas. El Gobierno busca refinanciar una deuda de US$44.000 millones y enfrenta un pago de US$2.600 millones a fines de julio, después de haber utilizado los Derechos Especiales de Giro (DEGs) y recurrir a yuanes para el vencimiento de junio.
El Gobierno también busca obtener fondos para evitar una devaluación y una posible corrida cambiaria antes de las elecciones primarias del 13 de agosto. Las reservas netas se estima que son negativas en US$7.000 millones, y si se utilizan más yuanes para el pago de deuda, Argentina necesitaría la autorización de China.
El FMI ha estado exigiendo una devaluación, una medida que el ministro de Economía se resiste a tomar debido a su impacto en la inflación. En este contexto, se considera una alternativa un impuesto que encarezca las importaciones, las cuales actualmente se realizan a un tipo de cambio de alrededor de US$266 para aquellos que acceden a divisas al valor oficial.
El Gobierno también busca un adelanto de desembolsos adicionales a los US$4.000 millones previstos para junio. Para esto, se necesita una exención por no cumplir con la meta de reservas y emisión monetaria en el primer trimestre. Otro punto clave es el programa fiscal, ya que se requiere una mayor reducción del gasto para alcanzar un déficit del 1,9% del PBI en 2023, teniendo en cuenta el impacto de la sequía.
A pesar de las tensiones, el FMI ha negado presiones por parte de China para acelerar las negociaciones con Argentina. Massa anunció el domingo que habrá acuerdo con el FMI y que se espera que el staff level agreement esté firmado para el viernes.