El empresario Mario Grinman en diálogo con Marcelo Fernández, sostuvo que las nuevas medidas del Gobierno son cortoplacistas y persiguen un fin electoral. “En este momento, la Argentina es un bote de gomas lleno de parches”, sostuvo.
“La realidad es que la situación es compleja y difícil y va a seguir siendo por bastante tiempo”, agregó. “Solucionar los problemas de los argentinos va a llevar tiempo si se hacen bien las cosas”, sostuvo. “La Argentina no es un país rico, es un país con potencialidad, pero tiene un problema cultural” afirmó Grinman.
“El problema es la clase política, donde hay quienes dicen que la meritocracia no sirve. Hay que potenciar la educación, el mérito, tendría que haber una sociedad de premios y castigos, pero hay una clase gobernante que cree en el pan y circo. Hoy de cada tres niños que nacen dos son pobres”, aseguró.
La realidad es que los argentinos no confiamos en nuestra moneda “le sacamos trece ceros”, y ese es el problema, el “argentino confía en otra moneda” y advirtió “Argentina se están peleando dentro del mismo espacio de todos los colores, y eso no genera confianza ni previsibilidad”.
“Ningún partido por sí solo podrá resolverlo. Sino tiene consenso y acompañamiento responsable, no va a poder gobernar, va a ser inviable. Hay que poner orden, no hablo de represión sino orden con la Constitución”.
“El mercado tiene que saber que mañana va a poder retirar utilidades o que no le bloquearan las plantas. Y eso no está pasando, por este motivo la tasa de inversión directa en la Argentina es muy mala comparada con el resto de la región”, destacó.
“La Argentina suele retomar aquella idea de “vivir con lo nuestro”; no era factible en los ‘70 cuando se planteó y cuando, en aquel entonces, proponía el modelo de sustitución de importaciones y ahora menos aún. China es el primer exportador mundial y el segundo importador; Estados Unidos el segundo exportador y el primer importador. Esos datos muestran la relación directa que hay entre una cosa y la otra. En todo el planeta es así.”, concluyó.