La cartera económica señaló que el gasto primario del sector público alcanzó los 3,0 billones de pesos en el séptimo mes del año, lo que representó una suba interanual del 118,9%, mientras que el gasto de capital creció 201,4%.
“En el marco de este escenario restrictivo, la administración de la política fiscal dispuesta por las autoridades del Ministerio de Economía continúa morigerando entre enero y julio el impacto negativo en el resultado primario del período provocado por la observada caída de la recaudación”, dijo la cartera económica.
Por su parte, el resultado financiero, que contempla los pagos de deuda pública, mostró en julio un déficit de 754.243,2 millones de pesos.
Para el periodo enero-julio, el impacto de la sequía en la recaudación asociada a los derechos de exportación que percibe el Estado Nacional, representó una caída aproximada de más de $900.000 millones (0,5% del PIB) respecto a las proyecciones contenidas en la Ley de Presupuesto 2023. De no haberse producido esta merma, el déficit primario del Sector Público Nacional acumulado entre enero y julio presentaría una mejora de 0,5% del PIB.
En el marco de este escenario restrictivo, la administración de la política fiscal dispuesta por las autoridades del Ministerio de Economía priorizó en julio las asignaciones destinadas a la política educativa, de inclusión social y los programas de inversión pública con énfasis en la infraestructura educativa y energética. De esta manera, la moderación en la ejecución del resto de los gastos presupuestados logró compensar el impacto negativo en el resultado primario provocado por la sequía. En este sentido, la variación interanual real del gasto primario entre enero y julio fue negativa (-4,8%).
Durante julio, los ingresos totales del SPN alcanzaron los $2.701.716,0 millones (+95,1% i.a), afectados por la recaudación asociada a los derechos de exportación. En lo que respecta a la recaudación tributaria, la misma presentó un crecimiento de +112,0% i.a. si se excluyen los tributos antes mencionados. De contemplarse los mismos, dicha variación alcanzaría el +98,6% i.a. En este sentido, el desempeño de los recursos vinculados la actividad económica interna y a la seguridad social compensaron parcialmente el efecto de la sequía en los ingresos totales.
Argentina transita una crisis económica con una alta inflación que podía llegar a dos dígitos en agosto, escasas reservas en el banco central y alto déficit fiscal. En este contexto, a pocos meses de una definitoria elección presidencial, el Gobierno negocia con el Fondo Monetario Internacional una revisión de metas y adelantos de desembolsos.