El presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Daniel Erbetta, lamentó las tensiones internas en el Ministerio Público de la Acusación (MPA) que llegaron al punto de graves denuncias entre los propios fiscales. “Los integrantes del MPA tienen que privilegiar el compromiso institucional por sobre las pujas personales”, consideró el magistrado, quien aseguró que estas peleas hacen “un daño inconmensurable y generan pérdida de credibilidad”. Por esa razón, pidió una conducción firme y pautas de trabajo “más precisas”.
En diálogo con Marcelo Fernández para CNN Radio Rosario, Erbetta opinó sobre la crisis interna que se ha desatado en el Ministerio Público de la Acusación, donde los fiscales Pablo Socca y Miguel Moreno denunciaron a su colega Matías Edery por proteger a personajes vinculados con las bandas narcos de la ciudad.
“El MPA es una institución vertical. Es casi un ejército y, por lo tanto, requiere de una conducción muy firme, férrea, para que se cumpla a rajatabla el principio de unidad de actuación, el principio de objetividad; requiere también de una política comunicativa uniforme: no puede cualquier fiscal salir a decir lo que quiera, y lo digo con todo respeto”, señaló Erbetta, quien enseguida dejó en claro: “Yo confío mucho en la nueva conducción del MPA, como también confiaba en las anteriores”.
“Pero los integrantes del MPA tienen que privilegiar el compromiso institucional por sobre las pujas personales –remarcó–. Esto es una regla de oro para cualquier integrante de una organización. No se pueden superponer las cuestiones personales que existen en todas las organizaciones a las cuestiones institucionales. Y esto es válido para todos los poderes del Estado y para toda la política. Cuestiones personales, afuera. Hay que privilegiar la institución”.
El presidente del máximo tribunal resaltó “los logros” que ha tenido el MPA desde su creación, en 2014: “Esos logros se han traducido en situaciones de zozobra que no habían ocurrido nunca en la historia de la criminalidad argentina. Es el único lugar donde ha habido amenazas a fiscales, a jueces, balaceras a edificios de justicia, y eso es un indicador de que la institución estaba actuando”.
“Como toda institución tiene dinámicas complejas, tiene cosas buenas y malas. De modo que estas cuestiones que hoy están allí puestas sobre la mesa (NdR: en referencia a la denuncia de Socca y Moreno contra Edery) y que requieren de una rápida resolución, verdaderamente generan un daño inconmensurable, porque todo este esfuerzo que ha hecho el Ministerio Público y la actividad de nuestros jueces penales resultan empañadas de una manera muy profunda y genera una pérdida de credibilidad que hay que recuperar”, advirtió.
Erbetta pidió celeridad en la resolución de los conflictos para superar la crisis: “Creo que las instancias institucionales que están interviniendo también tienen que despojarse de los intereses personales y rápidamente encontrar las soluciones adecuadas. Si hay alguien que cometió una irregularidad, debe ser sancionado. De eso no hay ninguna duda y debe quedar claro. Pero la institución debe recomponerse y generar pautas de trabajo tal vez un poco más precisas. Esta situación no le ha hecho nada bien a una institución nueva, una institución clave y que ha mostrado en algunos casos una capacidad de rendimiento que nunca antes tuvo el sistema penal argentino”.
