En agosto pasado habían lanzado un duro comunicado donde manifestaban la incertidumbre que reinaba en el sector. A tres meses, “desgraciadamente, seguimos en la senda descendente”, lamentó en diálogo con CNN Radio Rosario, advirtió: “El sistema de salud está en un cráter”. En esta línea, afirmó que existe una desconexión entre todos los involucrados: ‘Experimentamos escasez de insumos y medicamentos, farmacias que no venden, centros de salud que no pueden adquirir insumos debido a la ausencia de precios, prepagas sin posibilidad de financiación, y medicamentos de costos prohibitivos’.
Además, manifestó su desaliento por el futuro inmediato, separando el deterioro de la salud de las próximas elecciones: “La población no debe esperar que todos los problemas acumulados durante años se resuelvan el día después de los comicios”.
En esta línea, Almeyra describió cómo el desgaste comenzó en el nuevo milenio, empeorando con la Ley de Medicina de Prepagas en 2012, “Pasó a ser una ley de ‘demos todo’, los derechos son infinitos y los recursos son totalmente finitos. Por supuesto se fue deteriorando todo el sistema de salud y este año quedó evidenciado con los honorarios médicos, que pasaron a ser una burla”. En este sentido, el directivo planteó diferentes escenarios para los profesionales y advirtió que muchos dejan la profesión a pocos meses de jubilarse o evitan especialidades “no rentables como la pediatría, la terapia intensiva o infantil, la neonatología” para pasarse a “la cirugía plástica y estética”.
El vicepresidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Rosario elogió la unión de los médicos para revalorizar sus honorarios, pero señaló que este cambio no será inmediato, generando malestar entre los profesionales y llevando a la población a pagar copagos. También resaltó que “la demora en las cirugías de urgencia es debido a menoscabos en los suministros, particularmente en procedimientos cardiovasculares, creando un vacío en el que la demanda no puede ser satisfecha”.
El representante de los Sanatorios y las Clínicas de Rosario reflexionó sobre el colapso, comparándolo con la situación de Venezuela, donde la falta de suministros pone en riesgo la vida de las personas, algo que, de ocurrir, afectaría profundamente a quienes han jurado salvar vidas. En consecuencia, planteó: “Va a tener que haber gasto de bolsillo para las clases altas que quieran acceder a una medicina quizás con algunos mayores beneficios que los otros”.
Para finalizar, apuntó: “Tendrá que poner el Estado plata también en el sistema privado, no solamente en el público, y no gastar dinero en recursos ineficientes, comprando aparatología que no se va a usar y fundando hospitales que nunca se van a abrir”.
