ECONOMIA

Brusca caída del consumo de carne vacuna en el mercado interno

La pérdida de poder adquisitivo, por alta inflación sostenida -aunque en baja-, repercute en el consumo de carne vacuna, que refleja aumentos en la hacienda y el mostrador.

El presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), Sergio Pedace, aseguró que “los precios se van a ir afirmando y de a poco van a ir subiendo y acompañando la inflación” y explicó que la suba “ya no depende del consumo interno, porque la gente se ha volcado más al cerdo, que está muy barato, y al pollo, que ya llegó a su techo”.

Asimismo, remarcó que “el precio de la carne vacuna va a ir dependiendo del valor del dólar y de la exportación, y de la cantidad de novillos que tenga la Argentina para poder exportar”.

Debido a la sequía, agregó que “hay un millón y pico de terneros menos, y menos hembras también” y estimó que “el rodeo se va a ir recomponiendo si hay previsibilidad, dentro de un año y medio o dos, no antes”.

De acuerdo a su mirada, la recuperación de los precios de la carne vacuna se debe a que “estaban un poco atrasados”, pero también a “una participación cada día más importante de las exportaciones dentro de la oferta total disponible”.

Las exportaciones representaron un poco más del 30% total en diciembre y estuvieron cerca del 33% en enero, lo que para Tonelli es producto de “la liberación de las prohibiciones y restricciones a las exportaciones”.

A la par del crecimiento de las exportaciones, aseguró que se ve “una caída fenomenal del poder adquisitivo y del volumen de consumo que promedió en torno de los 40 a 42 kilos por habitante por año”, por efecto de la inflación.