PARO DOCENTE

Santa Fe cumple 13 años ininterrumpidos sin comenzar las clases el día programado

Docentes santafesinos hacen paro este lunes y martes, algo que se tornó una costumbre en los inicios del ciclo lectivo y no comiencen según lo planificado. La última vez fue en 2011.

Este año no comienzan las clases según el calendario oficial debido a un nuevo paro docente. En Santa Fe se ha instalado casi como una tradición que el ciclo lectivo se inaugure con medidas de fuerza en reclamo de una mejora salarial. La última vez que las clases en escuelas primarias y secundarias comenzaron sin conflictos y en la fecha pactada en el calendario oficial fue en el año 2011.

Durante los últimos 13 años, las propuestas salariales de los gobiernos provinciales, con un cambio de color político de por medio, fueron insuficientes para el gremio docente. Esto llevó a que el inicio de clases, siempre estipulado para los primeros días de marzo, se viera repetidamente demorado por jornadas de paro, con una duración que osciló entre las 48 y las 72 horas.

En el mandato de Omar Perotti, en cada uno de los cuatro años de gestión el ciclo lectivo inició con paros docentes en reclamo de una recomposición salarial. Por su parte, durante los 12 años de gobiernos socialistas, de 2007 al 2019, tan solo en tres oportunidades se llegó a un acuerdo con los sindicatos docentes y las clases comenzaron con normalidad, en tiempo y forma.

La Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé), sindicato que reúne a los docentes de estas instituciones, adhirió a todas las medidas de fuerza, sin excepción.

La voluntad del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) fue fluctuante, con algunos años de adhesión a las jornadas de paro y movilización, y con otros años de comienzo del dictado de clases en la fecha estipulada. Por ejemplo, en los años 2019 y 2020 esta organización se sumó a la huelga, pero en 2021 aceptó la propuesta salarial del gobierno provincial.

En Rosario, aproximadamente una docena de escuelas de gestión privada suelen históricamente rechazar los paros y dictar clases de igual manera, inclusive con la presencia de docentes reemplazantes, para cubrir las horas de los profesionales que decidieron adherir a la jornada de paro.