Desbalance

Por mejores condiciones de trabajo, jueces y fiscales provinciales migran a la Justicia federal

Así lo confirmó Daniel Erbetta, juez de la Corte Suprema de Santa Fe, quien aseguró que "la ley de fortalecimiento de la Justicia federal se convirtió en una ley de debilitamiento de la Justicia provincial”.

El juez de la Corte Suprema de Santa Fe, Daniel Erbetta, aseguró que jueces y fiscales provinciales están migrando hacia el ámbito federal porque allí encuentran mejores condiciones de trabajo. Esta mudanza, que se empezó a acentuar desde que la Justicia federal en Santa Fe comenzó a recibir más recursos, resiente el funcionamiento del sistema provincial.

“La ley de fortalecimiento de la Justicia federal se convirtió en una ley de debilitamiento de la Justicia provincial”, sentenció Erbetta, quien apuntó contra los legisladores nacionales por Santa Fe que hicieron lobby en el Congreso de la Nación para lograr recursos para la Justicia federal.

“El aporte de nuestros representantes careció de un diagnóstico aproximado respecto de la realidad. En estos temas, que son temas de políticas públicas, hay que trabajar con datos y no con especulaciones o abstracciones. No son problemas normativos, son problemas de datos. Yo no puedo nombrar un juez o un fiscal en una localidad que no tiene casos conflictivos”, aseguró. Y dejó un diagnóstico lapidario: “La ley de fortalecimiento de la Justicia federal se convirtió en una ley de debilitamiento de la justicia provincial”.

En ese contexto, Erbetta aseguró que muchos jueces y fiscales de Santa Fe se están yendo hacia el ámbito federal. “Nuestros jueces están concursando, se están yendo al federal. Nuestros fiscales han pedido los antecedentes para concursar porque, es lógico, tenemos en Rosario un promedio de 70 u 80 audiencias por día, balaceras en los Tribunales, amenazas a los fiscales… y cobrando lo mismo. Aparte hay una ventaja más grande, que tiene que ver con la jubilación. En la provincia un profesor universitario, el caso mío como el de tantos otros, como no renunciamos a la facultad en su momento estamos obligados a jubilarnos con la caja donde más aportes hemos hecho. No nos podemos jubilar como jueces. Si yo estuviera en la misma condición en la Justicia federal, sí me podría jubilar como juez”, expresó.

Luego le puso nombre propio a los casos de magistrados que se mudan de jurisdicción en busca de mayores beneficios: “El doctor Román Lanzón ya se fue al tribunal federal, que además en los tribunales orales tienen sueldo de camarista; era integrante del Colegio de Jueces, estoy hablando de alguien de primer nivel. Florentino Malaponte está ahora en una terna para la Cámara Federal”.

Para el magistrado se produjo “un desbalance” en la carga de trabajo entre la Justicia provincial y la Federal a partir de la sanción de la ley de narcomenudeo que desferalizó la competencia jurisdiccional. Y así lo explicó: “Para la jurisdicción de la Justicia Federal de Rosario, que va de San Nicolás a Reconquista, el narcomenudeo representa aproximadamente un 66 o 67 por ciento de la carga de trabajo. Entonces ahora han fortalecido la Justicia federal con muchos más fiscales, jueces, recursos… pero le quitaron el 67 por ciento del trabajo. Ese trabajo se lo han derivado a la Justicia provincial y no le han asignado ningún recurso. ¿Esto qué significa? Que hay un desbalance notorio, absoluto”.

Entrevistado por Marcelo Fernández para CNN Radio Rosario, Erbetta se refirió a los rumores que señalan la intención del gobierno provincial de hacer reformas en la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe: “Al día de hoy no existe ninguna comunicación o por lo menos reunión institucional con el área de Justicia o del gobernador y la Corte. Y me parece que eso sí hay que marcarlo y que es necesario que se produzca porque la corte es cabeza de un poder”.

Luego, lamentó que el Ministerio Público de la Acusación (MPA) haya quedado “atrapado en una puja de poder” y calificó la condena del exfiscal regional Patricio Serjal como “una situación desequilibrante” y que produjo “un resquebrajamiento interno de la estructura, que debería ser muy vertical, muy ordenada, muy controlada”.

“Los fiscales tienen mucho poder, hay que controlarlo. El fiscal no puede hacer lo que se le ocurra. Lo tiene que controlar el fiscal regional, el general, tiene que funcionar bien la auditoría y tienen que funcionar los mecanismos de control, no la política”, subrayó.