Opiniones divididas

Resistencia en Rosario ante la llegada del Sindicato de Trabajadores de la Vía Pública

Se alzan voces contra la incursión de la controvertida organización de trapitos en la ciudad.

Ante la inminente llegada del Sindicato de Trabajadores de la Vía Pública (STVP) a Rosario, la comunidad se encuentra dividida y las opiniones se polarizan. Mientras algunos expresan preocupación y oposición, otros ven con buenos ojos la posibilidad de una regulación en una actividad informal que ha generado controversia.

El STVP, ya establecido en La Plata, ha iniciado conversaciones para expandirse a la ciudad de Rosario. Su propuesta, que incluye la adhesión voluntaria de los trabajadores de la vía pública y un aporte solidario para financiar los gastos administrativos, ha levantado ampollas entre aquellos que consideran que la actividad de los trapitos debería estar prohibida en su totalidad.

“El gen de esta actividad roza lo delictivo”, expresó uno de los opositores a la llegada del sindicato. “No dejaremos que suceda lo mismo en Rosario”, agregó, subrayando la firmeza de la resistencia local.

La preocupación se intensifica al conocerse que el sindicato cuenta con un permiso provisorio de la Secretaría de Trabajo de la Nación, lo que para muchos refuerza la necesidad de una intervención legal para evitar posibles problemas futuros.

En contraparte, algunos sectores de la sociedad rosarina ven con buenos ojos la posibilidad de regularizar la actividad de los trapitos, argumentando que podría brindarles una mayor seguridad tanto a ellos como a los automovilistas que utilizan sus servicios.

Ante esta controversia, las autoridades locales han manifestado la necesidad de analizar detenidamente el impacto que podría tener la presencia del STVP en la ciudad y han convocado a distintos sectores de la sociedad a participar en un debate abierto sobre el tema.