Desafiante discurso de Milei en la cena de la Fundación Libertad

El presidente respondió a las críticas a su programa, ratificó el rumbo del ajuste y la no emisión monetaria y dejó en claro que seguirá adelante, aunque no tenga el acompañamiento de la política.

El presidente de la Nación, Javier Milei, habló ante una audiencia de más de 1.000 personas. Llamó la atención la importante presencia de exfuncionarios del gobierno de Mauricio Macri como, por ejemplo, el exministro de Economía, Hernán Lacunza, de Producción, Francisco Cabrera y de Transporte, Guillermo Dietrich, entre otros. Alejandro Roemmers, Cristiano Rattazzi, Federico Braun, Mario Grinman y Alberto Grimoldi, fueron algunos de los empresarios que participaron del encuentro.

No fue menor la participación de los políticos y economistas a quienes Milei fustigó a lo largo de su exposición. Asistieron Oscar Zago, Ramiro Marra, Waldo Wolf y Fernando Iglesias entre otros representantes de la política. Entre los economistas que concurrieron al evento se destacó la presencia de Carlos Melconian y Fausto Spotorno.

El Presidente pidió que sus ministros estuvieran presentes y mechó en su discurso reconocimientos a su equipo. Tras saludar a Mauricio Macri, Luis Lacalle Pou y a José María Aznar, identificó a Patricia Bullrich entre el público y la calificó de “genia”. También se refirió a Federico Sturzenegger como “un coloso” y en más de una oportunidad ponderó “el trabajo enorme” que realiza el equipo económico encabezado por el ministro Luis Caputo y el titular del Banco Central, Santiago Bausili.

En una parte de su discurso señaló que sus ministros son a la gestión lo que Lionel Messi al fútbol: “Siento que tengo a varios Messi adentro del equipo”. En la Casa Rosada se comenta que los ministros “se sienten empoderados” por la libertad de acción que les da el Presidente.Sin embargo, hay algunas quejas respecto a la injerencia que ejerce Santiago Caputo en las negociaciones que se realizan en distintas áreas sin consultar al titular de la cartera. Tal es el caso reciente de la pelea del Gobierno con las universidades por el financiamiento. Mientras la ministra Sandra Pettovello mantenía una estrategia de negociación, Caputo decidió que se giraran fondos, pero no logró frenar la multitudinaria marcha de protesta. Esta situación motivó que Milei intervenga ratificando la autoridad de la ministra.

A pesar del rechazo que el Presidente tiene por el régimen chino, curiosamente dos de sus colaboradores, Bausili y la canciller Diana Mondino parten en las próximas horas rumbo a China para renegociar el swap de monedas y reforzar los lazos comerciales.

El jefe de Estado está muy contento con los resultados económicos – la expectativa oficial es que la inflación de abril sorprenda mostrando una baja importante – y mientras hacía referencia a los logros de Caputo, buscaba con la mirada ubicar a su ministro entre la audiencia. Cuando terminó el discurso se acercó para darle un fuerte abrazo. También al secretario de Finanzas, Pablo Quirno y a Federico Furiase.

En tanto, los empresarios se mostraban optimistas ante la información que finalmente se va a tratar la ley Bases en una comisión del Congreso incluyendo la reforma laboral, una iniciativa que se considera clave para incorporar personal.

Javier Milei habló ante una audiencia de más de 1.000 personas.

Javier Milei habló ante una audiencia de más de 1.000 personas.

Milei comenzó su exposición haciendo referencia al origen del dinero, tal como adelantó Ámbito. Lo justificó señalando “descubrí … que la gran mayoría de los economistas locales, profesionales y de renombre, no tiene ni idea de algo tan importante en esto que es el problema del ancla nominal y porque básicamente no entienden qué es el dinero”.

Comentó que a lo largo de la historia se usaron distintos bienes para el intercambio como la sal, que en la antigüedad era un bien preciado dado que sirve para dar gusto a la comida y planteó que cualquiera se puede dar cuenta de esta característica si deja de utilizarla en su dieta.

Esta referencia le dio pie para hablar de otra dieta más difícil, la de recortar el gasto público. Dijo “deberíamos estar regocijándonos que por primera vez le estamos dando duro y parejo al gasto público, estamos cumpliendo el sueño de (Murray) Rothbart. Es increíble, ¿no? Digamos, una caída real del 35% del gasto público, vamos muchachos, eso es sacar al Estado del medio. Es decir, la verdadera presión fiscal es el tamaño del Estado. Si le pegamos semejante recorte, vamos que les estoy devolviendo libertad a lo loco”

Refiriéndose a los problemas del trueque, hizo mención de la dificultad que supone la “indivisibilidad” y lo explicó con tono jocoso de la siguiente manera: “Yo puedo querer comprar pan, el panadero quiere comprar el servicio análisis económico, pero digamos, o sea la cantidad de kilos de pan que me tiene que dar para que yo le hable una hora de economía, no mapea, al menos hoy y después de mi paso por la presidencia muchísimo más, porque tengo que seguir laburando después”.