“Tienen la misma mercadería que quienes están en un local. No pagan nada y los productos son de una cuestionada procedencia. Los comerciantes de calle San Luis consideran que es competencia desleal”, sostuvo el edil, pese a que hace años que ambos tipos de venta conviven en simultáneo.
“La idea es que los vendedores ambulantes no puedan vender la misma mercadería que los comerciantes: productos textiles, paraguas, bijouterie. No lo estamos prohibiendo, pueden elegir otros productos. No queremos que sea un choque entre vendedores ambulantes y comerciantes. Pueden vender todo lo que sea alimentos o de producción artesanal. Pueden vender un gorro tejido por una persona pero no un gorro de marca” , sostuvo el concejal Blanco.
El proyecto propone prohibir estos productos solamente en la zona céntrica y les sería vedada toda el área delimitada por avenida Pellegrini, bulevar Oroño y el río Paraná, incluyendo ambas veredas.
Si la iniciativa, que está en discusión en el Concejo Municipal, se aprobara en el microcentro sólo coexistirá la venta ambulante de flores, alimentos procesados, el lustre de calzado, puestos de globos, barriletes y juguetes.
Por su parte, los vendedores ambulantes Daniel Díaz, Mariana Pedraza y Patricia González fueron recibidos por los ediles y plantearon su rechazo al proyecto de ordenanza.
“De la venta ambulante dependen varias familias de la actividad. Estamos dispuestos a defender nuestros puestos de trabajo. El frentista no nos echa, nos prestan sus sanitarios, nos brindan agua caliente. Nosotros nunca vamos a dejar la calle, estamos acostumbrados a defender, es nuestra vida”, expresaron.