El presidente argentino Javier Milei se reunió este domingo con el canciller alemán Olaf Scholz en Berlin, en una de las fotos más importantes de su gira europea, encuentro que inicialmente iba a tener carácter de visita oficial, pero que luego bajó de rango a “visita de trabajo”, sin honores militares y sin rueda de prensa posterior a la que acostumbran los jefes de estado.
Luego de la reunión con Milei el gobierno alemán difundió un escueto comunicado, recordando que se había tratado de una visita de trabajo a pedido del gobierno argentino, y que “el Canciller Scholz enfatizó que, en su opinión, la compatibilidad social y la protección de la cohesión social deberían ser pilares importantes” de la gestión de Milei.
A diferencia del día anterior, cuando un nutrido grupo de opositores y militantes de izquierda se manifestaron contra Milei que iba a recibir una distinción de la Sociedad Hayek, este domingo las imágenes que mostró la agencia AFP frente a la Cancillería alemana apenas mostraban a pocos manifestantes, con algunos argentinos portando carteles que decían “Argentina no se vende” y “Fuera Milei”.
La oficina del líder alemán había presentado la semana pasada el encuentro de Scholz con Milei como el de “uno de los socios económicos más importantes de Alemania en América Latina”, pero esa definición bajó luego de rango, una situación que el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Hebestreit, adjudicó a un pedido propio Gobierno argentino. Los cortocircuitos de fondo que el mandatario libertario tiene con el líder socialista español Pedro Sanchez, que incluso retiró la embajadora en la Argentina de manera permanente, actúan como incómodo trasfondo de la reunión con Scholz, cuya cercanía con Sánchez resulta una circunstancia obvia del día a día europeo.
“Es una reunión de trabajo muy corta, por deseo del presidente argentino”, había indicado el viernes el portavoz del Ejecutivo germano, Hebestreit, que señaló también que este había rechazado la posibilidad de llevar a cabo una rueda de prensa conjunta.
La reunión duró alrededor de una hora durante el soleado mediodía del domingo en Berlín, y se produjo luego del antecedente telefónico del 9 de enero, cuando Scholz y Milei habían mantenido una conversación en la que el líder alemán le había expresado su apoyo a las reformas argentinas. Alemania es una voz importante no solo en el seno europeo, sino que también tiene peso en las decisiones del Fondo Monetario Internacional.
Tras la reunión el mandatario argentino visitó el Monumento a los Judíos Asesinados de Europa que recuerda a las víctimas del Holocausto, y se lo vio de espaldas, observando las construcciones que recuerdan a las 6 millones de víctimas judías que dejó el Holocausto desatado por el nazismo en la Segunda Guerra Mundial.