MOJA LA OREJA A LULA

Milei se reúne con Jair Bolsonaro en una cumbre sin protocolos

En medio de la tensión con el presidente Luis Inácio Lula Da Silva, el gobierno brasileño evitó hacer comentarios sobre la visita del mandatario argentino, pero seguirá muy de cerca la visita no oficial de Milei en tierra carioca. Hay expectativa por la reunión del Mercosur de este lunes.

La canciller Diana Mondino deberá tener a mano su mejor matafuegos diplomático para apaciguar el incendio que amenaza provocar en el gobierno de Luiz Lula da Silva el viaje de Javier Milei de este sábado al Brasil.

No será una visita oficial. Por el contrario, el presidente irá al balneario de Camboriú, en el estado de Santa Catarina, en el sur del país, para participar de una cumbre conservadora y reunirse con su amigo y expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, enemigo acérrimo del mandatario brasileño.

Tampoco será el primer viaje privado de Milei para participar de un encuentro marcadamente opositor al gobierno del país anfitrión. De hecho, ya lo hizo dos veces en España y la consecuencia directa fue una grave crisis diplomática que culminó con el retiro de la embajadora española en Buenos Aires y un fuerte cruce de descalificaciones con el presidente Pedro Sánchez.

Ahora le llegó el turno a Brasil. Tras una frustrada política de acercamiento, Milei decidió profundizar su pésima relación personal con Lula, a quien acusó de corrupto y lo tildó de comunista, después que el mandatario socialista respaldara a Sergio Massa durante la campaña electoral.

Milei participará de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), que sesionará en Camboriú sábado y domingo.

Si bien el vocero Manuel Adorni no confirmó un encuentro con Bolsonaro, el hijo del expresidente Eduardo Bolsonaro lo dio por hecho en su cuenta de X.

Lo que sí descartó fue una reunión con el actual mandatario brasileño. “Milei no se va a reunir con Lula porque va a tener como prioridad otras reuniones, como la del gobernador de Santa Catarina (Jorginho Melo) y una con empresarios”, dijo Adorni. “Esos son los encuentros confirmados. No tengo otra reunión en agenda. Siempre lo que ocurre es que se adiciona una reunión. Es un viaje muy corto y no va a haber mucho tiempo. Puede que exista alguna reunión que todavía no está en conocimiento”, amplió.

En los pasillos del Palacio del Planalto, sede del gobierno brasileño, hablan por lo bajo de provocación, aunque en público afirman que no poseen información del viaje. “Brasil no recibió ninguna comunicación oficial sobre la visita”, dijo la secretaria para América Latina y el Caribe de la cancillería brasileña, Gisela Padovan.

Además, la anunciada ausencia del presidente argentino en la cumbre del Mercosur causó malestar en Brasil. Milei se bajó del encuentro regional de este lunes en Asunción por “problemas de agenda”. En Brasilia descuentan que el “faltazo” se debe a que quería evitar un encuentro con Lula tras el fuerte cruce de descalificaciones de los últimos días. “Políticamente, es lamentable que no esté presente, pero es una decisión soberana”, dijo Padovan.

Milei afirma que Lula empezó la “guerra” cuando pidió votar en campaña “a alguien que guste de la democracia y que respete las instituciones”, pero sin nombrar a Massa, aunque la alusión era obvia. Su Partido de los Trabajadores sí llamó a votar por el entonces ministro de economía, así como Jania Lula, la primera dama.

Después de que Milei lo acusó de corrupto y de ignorar dos cartas personales enviadas por el presidente argentino, Lula dijo que esperaba un pedido de disculpas. Según afirmó, “Milei dijo muchas tonterías”.

El mandatario argentino no se quedó callado. “Se queja porque le respondo con la verdad (ha estado preso por corrupción y es comunista)…”, reafirmó.

Ahora, su anunciado viaje de este sábado al Brasil, provocó movimientos en la agenda oficial de Lula. Aunque en el Planalto afirman que el viaje de Milei no tiene nada que ver, Lula canceló una visita oficial al sur del país, prevista para este mismo sábado, a 20 kilómetros de Camboriú.

Lula planeaba viajar a la ciudad de Itajaí, también en Santa Catarina, un bastión del “bolsonarismo” y gobernado por Jorginho Mello, estrecho aliado del expresidente. Pero la visita fue postergada.