
Dieciocho gobernadores, dos expresidentes, su gabinete en pleno, legisladores propios y opositores moderados firmaron anoche los diez puntos del Acta de Mayo, dentro de una Casa Histórica de la independencia nacional. Un paso que el Presidente considera como un “hito central” de su gestión, de cara a los tiempos que vienen.
“La Argentina se encuentra ante un punto de inflexión. Los puntos de quiebre en la historia de una Nación no son momentos de paz y tranquilidad, son momentos de dificultad y conflicto, donde todo parece cuesta arriba. Son momentos en los que el abismo se hace tan claro que el cambio se convierte en una obligación y una urgencia”, fueron las palabras que Milei eligió para comenzar su discurso, luego de que los 18 gobernadores firmaron el Acta de Mayo.
Con una escenificación que cuidó al extremo la centralidad absoluta del Presidente, el Gobierno consiguió alinear a más de dos tercios de los mandatarios provinciales que expresan la mayoría del Congreso. Al mismo tiempo, pudo aislar a la oposición dura, representada por el kirchnerismo y la izquierda: ”Hay muchos dirigentes políticos, sociales y sindicales que no están aquí para suscribir esta acta fundamental; en algunos casos porque sus anteojeras ideológicas los hacen desconocer la raíz del fracaso argentino, en otros casos por miedo o vergüenza de haber persistido en el error por tanto tiempo. No es causalidad que entre estos últimos se encuentren quienes intentan boicotear a este gobierno y conspiran para que fracase”.
“Después de un siglo de paulatina caída en la miseria, nos hemos prácticamente olvidado como sociedad de nuestro pasado próximo y de las ideas que la hicieron posible”, continuó, en alusión al liberalismo. “Quiero agradecer a todos los presentes, por congregarse aquí después de décadas de pendular entre proyectos antagónicos que nos han hecho cada vez más pobres”, siguió, para destacar la “generosidad” y “grandeza” de los mandatarios y exfuncionarios presentes. “Que esto sea posible hoy es sin duda símbolo de un cambio de época”, completó.
El Acta de Mayo, que el gobierno presentó como “10 conceptos inclaudicables”, incluyó la inviolabilidad de la propiedad privada, el equilibrio fiscal, la reducción del gasto público, educación con alfabetización plena y sin abandono escolar, reforma tributaria, discusión de la coparticipación federal, explotación de los recursos naturales del país, reforma laboral y previsional y apertura al comercio internacional. Milei agradeció el “acto de grandeza y amor a la patria” de los que firmaron el Pacto y aseguró que el encuentro “es sin duda el símbolo de un cambio de época”. Aunque fustigó con dureza a los que decidieron no participar, aclaró que “no rechazaremos a nadie que quiera aportar a la construcción del cambio”, sin importar de qué partido provengan.
En ese sentido, planteó que “de acá en adelante se terminó el chamanismo económico” y anticipó que van “hacer lo que ha funcionado de forma probada en todo el mundo y abandonar las recetas que fracasaron”. “Si cumplimos este compromiso, eso no quiere decir que nunca vamos a tener contratiempos económicos. Eso nadie es capaz de predecirlo ni de prometerlo. Los países que funcionan bien también tienen problemas. Pero lo que sí les prometo es que vamos a vivir en un país sin inflación por el resto de nuestros días”, manifestó Milei.
“El 44% del gasto del Estado corresponde a las provincias y los municipios. Por cada empleado nacional hay cinco provinciales. Llegar a un peso del Estado razonable de 25 puntos del PBI requiere que todos los niveles del Estado hagan su parte”, completó, sin mirar a los destinatarios de su mensaje, que escuchaban el discurso con gesto adusto. “Un Estado chico, pero con funciones delimitadas y claras, vale más que un Estado gigante que dilapida los recursos de los argentinos en tareas que no le corresponden”, cerró.
“Estas diez ideas no pueden quedarse en lo declamativo”, agregó el Presidente hacia el cierre, para recordar que el “Consejo de Mayo” será el encargado de convertir en proyectos de ley los principios del Acta de Mayo. Ese consejo, en los papeles, tendrá un representante por los gobernadores, uno por Diputados, otro por el Senado, además de un miembro por los empresarios, sindicatos y el Gobierno.