Salmain, Ricardo Lorenzetti y María Romilda Servini
Cuando tomó la decisión, en septiembre del año pasado, el juez apuntado por Bronway era un recién llegado a la ciudad. Salmain había obtenido el tercer lugar en el orden de mérito del concurso para el cargo y su pliego fue aprobado por unanimidad en la Comisión de Acuerdos del Senado a mediados de 2022. Sin embargo, la aprobación de su postulación por el pleno de la Cámara Alta se demoró y recién juró como titular del Juzgado Federal N°1 de Rosario a principios de mayo de 2023.
Oriundo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y egresado de la UBA, Salmain fue impugnado en el proceso de selección por la Fundación Nakitaga -que defiende a los pueblos originarios migrantes a los barrios humildes de Rosario- por no ser de la ciudad y otras cuestiones administrativas. Además, fue señalado por representar a empresas que pidieron cautelares para importar. De hecho, si bien no fue un cuestionamiento directo, el senador Marcelo Lewandowski le hizo una pregunta con referencia a ese tema durante su audiencia.
Aunque ejerció la profesión de manera privada -dedicándose principalmente a la seguridad social-, Salmain tiene vínculos aceitados con la familia judicial. El hecho de haberse desempeñado como asesor del estudio jurídico Servini & Asociados, cuyo titular es un familiar directo de la cacique de los tribunales de Comodoro Py María Romilda Servini, no es el único indicio. A su jura en Rosario asistió el supremo Ricardo Lorenzetti, quien aprovechó la ocasión para dar un discurso. Afuera, en la calle, una protesta de los trabajadores de la tabacalera For Men hacía escuchar su reclamo.
La resolución de la Corte Suprema
Tras la decisión de Salmain, la AFIP se enfrentó a una situación insólita: mientras el Juzgado Federal N°2 -el de Aramberri– le había ordenado vender estampillas a Bronway sin cobrarle el mínimo del impuesto interno, el Juzgado Federal N°1 del mismo fuero -el de Salmain– le ordenaba exactamente lo contrario: no hacerlo porque era entrometerse en la libre competencia entre la tabacalera rosarina y Massalin Particulares.
La Cámara Federal de Rosario revocó ambas cautelares. Es decir, en la causa que tramitaba en el juzgado de Salmain le dio la razón a Bronway, pero fue una victoria pírrica, ya que en la que tenía Aramberri se inclinó en favor de la AFIP, por lo que la tabacalera se quedó sin cautelar para operar eludiendo el impuesto interno. Un detalle: la sala que resolvió en contra de la cautelar a favor de Bronway es la misma que se la había otorgado por primera vez. En el medio, el juez Toledo renunció a su cargo y la jueza Vidal cambió su postura.
Con la decisión de la Cámara Federal de Rosario, Bronway se vio obligada a cerrar su planta ubicada sobre la Ruta 34 y dejar de operar en el mercado a fines de 2023. El tema volvió a estar en boga en el primer intento de tratar la ley ómnibus, cuando el presidente Javier Milei señaló al titular de Tabacalera Sarandí Pablo Otero como la usina de un feroz lobby en contra del capítulo del proyecto que modificaba la estructura del impuesto, eliminando el mínimo y subiendo la alícuota. Otero era, en los términos de Milei, el Señor del Tabaco.
Mientras La Libertad Avanza fracasaba en su primer intento por aprobar la ley ómnibus y señalaba al lobby de Otero, la Corte Suprema de Justicia de la Nación remató las esperanzas de Bronway. La resolución de la Cámara Federal de Rosario, si bien rechazó la cautelar por la que la tabacalera rosarina podía operar sin pagar el impuesto mínimo, permitía que fije de modo manual el tributo, lo que en los hechos era cerrar una puerta pero abrir una ventana: Bronway podría seguir eludiendo el gravamen.
Esa ventana fue cerrada por la Corte Suprema en una decisión unánime. El máximo tribunal hizo gala de su conocido talento para manejar los tiempos y dio a conocer el fallo el mismo día en el que sacó a la luz otro en el que dejó sin cautelar a Tabacalera Sarandí. La empresa de Otero, a diferencia de Bronway, había logrado un fallo de segunda instancia y seguía operando sin pagar el impuesto mínimo.
Ambos fallos se conocieron luego de que Milei, en su segundo intento por aprobar la ley ómnibus, eliminara el capítulo que reformaba el impuesto interno a los cigarrillos -junto con las referencias al Señor del Tabaco en su discurso-. La decisión enfureció a la oposición, que juntó la mayoría necesaria para reinsertarlo en el proyecto. El Senado, a su turno, lo blindó con dos tercios de los votos. Así las cosas, como todo se había manejado con cautelares, la eliminación del impuesto mínimo se llevó también la posibilidad de que las tabacaleras nacionales discutan el fondo del asunto.
Fuente: Letra P