El analista político venezolano, Pedro Benítez, en una entrevista con CNN Radio Rosario, explicó los métodos que utilizaba el régimen de Nicolás Maduro en su objetivo por continuar en el poder, controlando la votación de sus habitantes. Pero ahora la situación cambió porque el pueblo quiere otro sistema de gobierno y se reflejó en las urnas, más allá de la negativa del oficialismo.
Para comprender el contexto, explicó: “En Venezuela hubo protestas masivas y las apaciguó el gobierno, pero hay que ver por cuánto tiempo porque ningún régimen político se sostiene única y exclusivamente por la represión porque el control social se rompió. Había un programa que el gobierno le asignaba un apartamento al beneficiario pero nunca se la entregaba en propiedad. Y lo que hizo el Consejo Electoral fue convertirlos a esos edificios en centro de votación de una mesa”, informó.
A continuación detalló la maniobra completa: “Así que iba el jefe de calle o el comisario político del partido oficial con una lista porque sabía qué persona vivía en cada casa y lo llevaban a votar. Además, ese sistema de control social lo complementaban con bolsas de comida o subsidios directos por medio de los programas sociales, la visión era depender de la mano dadivosa del partido estado, eso se rompió el 28 de julio”, señaló.
Y agregó: “La oposición publicó el 84 por ciento de las actas, colapsó el sistema de control porque los militares y policías también votaron en contra de Maduro. Hay una situación de calma en este momento, no controlada, pero tiene la capacidad de poder de fuego”, admitió.
Después se refirió a las miles de personas que abandonan Venezuela por la situación política y económica: “Una buena parte de la población se iría del país, no lo puede impedir el gobierno porque Venezuela no es una isla como Cuba. El grueso de la migración se va a pie, son todos aquellos que no pueden pagar un pasaporte o pasaje de avión, los que la revolución prometió redimir, son años exportando la crisis social a Colombia. El presidente (Gustavo) Petro es de izquierda, pero está desesperado por la situación actual”, admitió.
Luego, para culminar, contó una situación curiosa: “En este momento el segundo banco central del país, poniéndolo entre comillas, es la compañía norteamericana Chevron que reactivó sus operaciones hace dos años. Ya que aporta la mayor cantidad de dólares que ha mantenido estable el dólar en el país, de lo contario volveríamos a la hiperinflación. Así que estamos en una situación paradójica, donde la revolución antiimperialista depende, en buena medida, su destino del tan odiado imperio de la república del norte”, puntualizó Benítez.