Rompe el silencio

La historia de valentía, unión familiar y resiliencia del juez que condenó a Los Monos

El magistrado, Ismael Manfrín, dijo que le tocó vivir una situación que solamente había visto en “las películas” porque era un incordio trasladarse todo el tiempo con custodia policial, por eso con sus seres queridos decidieron desistir de esa protección. Tampoco quería comprometer a sus amigos al realizar deportes

El juez Ismael Manfrín quedó en la historia judicial de Santa Fe porque fue uno de los magistrados a cargo de realizar la primera condena a la mítica banda de “Los Monos”, situación que le trajo inconvenientes de todo tipo en lo personal y familiar por las amenazas y atentados recibidos de grupos ligados relacionados a dicha grupo delictivo dedico al narcotráfico.

Por eso, en declaraciones a CNN Radio Rosario, contó lo vivido: “En aquel entonces, era el 2018, yo formaba parte del tribunal con otros dos colegas, luego de los pasos previos y las investigaciones del caso y tras un juicio muy largo y dilatado, hubo muchos recursos que desarrollar, se llegó a una condena bastante cuantitativa en lo que hace a la pena, posteriormente confirmada por las distintas instancias posteriores”, comenzó explicando.

A continuación, agregó, las consecuencias que dicho fallo produjo: “Eso generó algunas situaciones que hasta el momento, en Argentina y más precisamente en Rosario, se diferenciaban de otras en las cuales las personas que habían recibido esas condenas, o a partir de grupos vinculados a los mismos, como luego también judicialmente se determinó, tomaron cartas en el asunto y ejercieron cierta clases de represalias con los distintos miembros de ese tribunal, como balaceras a distintos domicilios actuales o pasados, lugares vinculados a familias de los integrantes no sólo a los jueces de la primera instancia, sino de segunda, sin dudas a nivel personal fue un antes y después”, reflexionó.

Para luego comentar: “En la facultad te forman en derecho y no te preparan para este tipo de cosas que nada tienen que ver. Uno a partir de los años se hace una espalda y está en la diaria, como todas las personas en sus trabajados, sabe cómo manejarse. El entorno no, uno piensa que lo puede manejar en función de la experiencia y los antecedentes, y en este caso falló. Hoy no porque perdí la exclusividad, lo digo con un poco de sorna y tristeza. Luego se generalizó en distintos estamentos con magistrados, funcionarios y fiscales, nadie podía suponer que se iba a cruzar esa raya y sucedió”, indicó.

Finalmente relató cómo vivió la situación en aquel momento: “Las respuestas son paliativos, el gobierno en ese entonces y el poder judicial nos dieron ayuda y apoyo de distintas clases, en lo psicológico y familiar. Nosotros tuvimos custodia, los primeros diez o quince días, después decidimos en familia no tenerla por nuestra vida. Pero no quiero dejar pasar la situación que me la habían dado, uno vivía cosas que las había visto en las películas, los traslados, los movimientos. El problema del entorno, la familia directa, los padres, los amigos, pensar de hacer un deporte y comprometer al resto. Y gracias a la tarea jurisdiccional se pudo echar luz y condenar a la mayoría de las personasque actuaron en esa clase de atentados”, afirmó Manfrín.