A contramano del gran debate social acerca del descomunal peso del Estado en el bolsillo de los contribuyentes, el intendente de Funes, Rolvider Santacroce, intenta la aprobación de una tasa diferencial para parcelas rurales ubicadas en la cercanías del suelo urbano.
Santacroce pretende crear tres nuevas zonas intermedias entre la zona rural y la zona urbana, a lo que la entidad empresaria expresó que “tanto el sector productivo como la ciudadanía en su totalidad, no admiten más generación y subas de impuestos y tasas”
La iniciativa del ejecutivo es una entre varios intentos de generar nuevos tributos al municipio. Cabe recordar que a inicios de año, Funes aprobó la “Tasa Vial”, también implementada en Rosario. En aquella oportunidad, desmarcándose del aumento fiscal, el intendente de la vecina localidad de Roldán no la implementó.
Meses más tarde, en junio pasado concretamente, Santacroce logró la aprobación por parte del Concejo para recaudar a través de bonos contribución y disponer además de $200 millones provenientes de la plusvalía para pagar aguinaldos.
A poco tiempo de ser aprobada esta nueva herramienta, el intendente arremete con otra iniciativa recaudatoria. En ese marco, la Sociedad de Rural de Rosario salió a reclamar la no generación de nuevas Tasa General de Inmuebles, “dado que no hace más que erosionar la comprometida situación que se encuentra tanto el sector productivo como la ciudadanía en su totalidad, donde no se admiten más generación y subas de impuestos y tasas”.
Por esto, la entidad ruralista solicitó “abstenerse de continuar avanzando con dicha segregación y aumento, en un momento donde se debe que ir hacia la baja y reducción de los mismos”.
Son tres zonas las que quiere crear el Ejecutivo: la sub-urbana, a la que se define como la tierra que se desarrolla periféricamente a las áreas urbanas, donde a futuro se ensanchará la trama urbana y donde el uso es urbano; la sub-rural, que limita con la sub-urbana y cumple la misión de interrelacionar lo netamente urbano con lo específicamente rural y cuyo uso es rural intensivo; y la extra-urbana, que son asentamientos poblacionales aislados, que no pueden vincularse espacialmente con otras áreas urbanas a corto plazo y cuyos usos son urbanos.
La alícuota que se les cobrará a estas nuevas zonas, en caso de ser aprobada por el Concejo, es de 0,625‰ del avalúo fiscal municipal.