Con el reclamo contra el veto de Javier Milei a la reforma previsional como bandera, gremios, movimientos sociales, dirigentes del PJ bonaerense y partidos de izquierda concentrarán este miércoles frente al Congreso para acompañar la tradicional marcha de los miércoles de los jubilados, que terminó las dos últimas semanas con incidentes y represión.
La nueva gran marcha opositora seguirá la sesión en la Cámara de Diputados en la que el Congreso empezará a tratar el veto presidencial a la ley jubilatoria opositora sancionada en agosto pasado y que impuso una nueva fórmula para el cálculo de los aumentos jubilatorios y restituyó un 8,1% de mejora en los haberes correspondientes a la inflación del mes de enero.
La marcha contra el veto marcará el regreso de parte de los gremios que integran la CGT a la calle después de algunos meses. Básicamente, a partir de la decisión de Moyano y gremios aliados como SMATA, bancarios, judiciales enrolados en la Corriente Federal, de sumarse a la protesta junto a movimientos sociales y la CTA, una confluencia que viene profundizándose en los últimos tiempos.
La decisión del hijo de Hugo Moyano agudiza la tensión interna en la mesa de conducción de la CGT, donde la mayoría de los gremios que mantienen una postura dialoguistas con el Gobierno no saldrá a la calle. El fin de semana, Andrés Rodríguez, titular de UPCN y secretario general adjunto, defendió la decisión de la central de no adherir a la movilización de los jubilados y explicó que no salir a la calle es “un hecho táctico”.
La movilización tiene como principal motor a los movimientos sociales y a las centrales gremiales combativas. A la convocatoria también adhirieron las organizaciones nucleadas en la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) entre las que destacan el Movimiento Evita, liderado por Emilio Pérsico; Barrios de Pie, cuyo coordinador nacional es Daniel Menéndez, La Corriente Clasista y Combativa (CCC) de Juan Carlos Alderete; y el Movimiento de Trabajadores Excluidos referenciado en Juan Grabois.