Por otro lado, no es lo mismo una Corte conformada por figuras de la carrera judicial, por académicos, por abogados del sector privado o por políticos. En la Casa Gris pretenden un tribunal conectado con la realidad, lo que hace presumir que quienes sean jueces tienen las acciones en baja. La especialización también es tenida en cuenta: ni todos constitucionalistas, ni todos penalistas.
La danza de nombres
Sin que ninguno logre superar la condición de rumor, los nombres de candidatos para la Corte brotan cual mercado de pases futbolístico. Por el lado radical, por ejemplo, la que hace tiempo suena es la decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Litoral, Claudia Levin, a la que le enumeran más de un padrino: desde el supremo Ricardo Lorenzetti hasta el histórico operador Enrique “Coti” Nosiglia, pasando por José Corral y Felipe Michlig.
Por otro lado, cuando se pregunta por un candidato cercano al pullarismo, surge el nombre de Jorge Baclini, exfiscal general del Ministerio Público de la Acusación. Baclini nunca escondió su sintonía fina con Pullaro, tanto cuando el hughense era ministro de Seguridad como cuando estaba en campaña: hasta se lo presentó a Horacio Rodríguez Larreta, cuando el porteño ya estaba lanzado en su fallida carrera presidencial.
El socialismo trabaja con sigilo y se esfuerza por guardar bajo siete llaves los candidatos en los que piensa. Sin embargo, trascendió el nombre de Pablo Saccone, un cuadro del partido de la rosa que, tras haber sido ocho años subsecretario de gobierno de Rosario, llegó a ser fiscal de estado durante las gobernaciones de Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz.
No faltan quienes dicen que el PRO debería conformarse con la Defensoría del Pueblo. En el macrismo aseguran tener derecho a participar en la discusión porque “la Corte la tiene que armar Unidos, no el Frente Progresista”. Pablo Javkin amagó con intentar meterse, pero ahora avisa que está fuera del tema y sólo participará si lo invitan. “Me estoy dedicando a ser intendente”, dice a quien lo quiera oír.
El peronismo y la corporación judicial también quieren estar
En cuanto al peronismo, la primera cuestión a definir es qué tribu logrará imponer su candidato. En el oficialismo tienden a pensar que será Omar Perotti por razones pragmáticas: tiene los votos en la Cámara de Diputados que le faltan a Unidos. A los senadores peronistas les costará imponerse, dado que en la Cámara Alta el oficialismo junta dos tercios de los votos.
En ese sentido, sonaron dos exfuncionarios del rafaelino, pero su entorno avisó que “no son esos los candidatos”. También corrió el nombre de Marcelo Terenzio, quien ocupa una de las sillas del Tribunal de Cuentas. Surge una pregunta: ¿Querrá Perotti perder un lugar en ese estratégico organismo?
En el mundo judicial también hay candidatos, aunque muchos piden que su nombre no trascienda por temor a posibles represalias dentro de la misma corporación judicial. Algunos de los mencionados son el juez penal provincial Florentino Malaponte -quien tiene un concurso abierto para ser designado en el Poder Judicial de la Nación-, y los abogados penalistas Jorge Ilharrescondo y Froilán Ravenna.