EN SANTA FE

La UCR no descarta ampliar la Corte Suprema por decreto

La movida busca acotar el poder de los cortesanos que resisten. Un punto intermedio en la batalla que emprendió Maximiliano Pullaro con el máximo tribunal.

Aunque el ritmo con el que avanza no es el que esperaba, Unidos para Cambiar Santa Fe sigue analizando su menú de opciones para terminar de concretar su deseo de renovar la Corte Suprema de Santa Fe. Una de ellas, barajada por figuras importantes de la Unión Cívica Radical, es ampliar el elenco de cortesanos por decreto.

El máximo tribunal santafesino es un caso raro en la fauna de tribunales cimeros provinciales: tiene una composición par de seis sillas. Esa anomalía ha generado varios casos de empate que tuvieron que ser definidos por la opinión de conjueces, es decir, magistrados inferiores -camaristas- que deben “subir” a la Corte para desempatar un caso en concreto.

No es la única modificación que se evalúa: aunque el número que tiene más consenso es el de siete sillones supremos, tanto en la UCR como cerca de Maximiliano Pullaro también manejan la posibilidad de ampliar la Corte a nueve con el compromiso de no completar las siguientes dos vacantes que se generen y así llegar a las siete. Aducen una necesidad de que los hipotéticos nuevos ministros aprendan de quienes se van, aunque se traslucen otras motivaciones mucho más pragmáticas.

Un punto intermedio en la batalla entre Maximiliano Pullaro y la Corte
La iniciativa se da en el marco de la avanzada de la Casa Gris contra los cortesanos. Pullaro quiere una renovación en el tribunal cimero porque considera que los ministros ya cumplieron un ciclo y también porque cinco de los seis superaron los 75 años, el límite que impone la Constitución Nacional y que el gobierno provincial entiende aplicable a los jueces santafesinos. El Ejecutivo intentó negociaciones diplomáticas, pero solo logró que Mario Netri y María Angélica Gastaldi anunciaran su retiros.

Por eso, las figuras más importantes de los partidos de la coalición gobernante buscan maneras de quitarle la botonera del Poder Judicial a los cortesanos que se resisten a dejar sus poltronas: Rafael Gutiérrez, Roberto Falistocco y Eduardo Spuler. Así, la Casa Gris dejó saber que, como considera que están fuera de la normativa, los puede correr por decreto. Incluso, en el caso de Gutiérrez, hasta que se animan a barajar la opción de impulsar su juicio político por su opaca intervención en el caso Vicentin.

La opción de ampliar la Corte por decreto, manejada en las más altas esferas de la UCR, es leída como una forma intermedia de acotar los resortes de poder de los supremos que aún resisten: no los ataca directamente, pero los coloca en una franca minoría. Si el máximo tribunal comienza a trabajar con siete jueces habría tres vacantes a completar, es decir, tres nuevos integrantes que podrían moverse en tándem con Daniel Erbetta, el único cortesano que está fuera de la mira del gobierno provincial y que es rival interno de Gutiérrez. Ni hablar si la decisión es que sean nueve jueces.

Los argumentos del gobierno de Maximiliano Pullaro

El artículo 84 de la Constitución provincial indica que la Corte está compuesta por cinco ministros “cómo mínimo”, lo que significa que no hay impedimentos para que ese número crezca. Tampoco hay alguna indicación expresa sobre el instrumento mediante el cual debe fijarse la cantidad de integrantes. Por eso, figuras importantes de Unidos consideran que un decreto alcanza para ampliar la Corte.

La discusión constitucional, sin embargo, no está saldada. El artículo 83 de la carta magna sostiene que el Poder Judicial es ejercido por la Corte, las cámaras de apelación, jueces de primera instancia y demás tribunales y jueces “que establezca la ley”. Ahí se abre un debate jurídico técnico: ¿ley en sentido formal -es decir, una norma aprobada por el órgano con potestad legislativa- o ley en sentido material -es decir, cualquier disposición emanada de autoridad competente-?

Más aún, la composición de seis integrantes de la Corte Suprema de Justicia surge del artículo 11 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (10.160). ¿Hay que modificar ese artículo o no es necesario? Por lo pronto, el socialismo ingresó un proyecto de reforma judicial que, entre sus disposiciones, incluye una modificación de dicha norma y crea un tribunal cimero con siete sillas. La tropa de Pablo Javkin también se mostró interesada en la idea: su diputado Ariel Bermudez también había presentado una iniciativa similar.

A pesar de la idea, “siempre es mejor una ley, porque le da otro sustento y otro consenso”, reconoció una fuente boinablanca. Más aún cuando la Casa Gris busca no quedar como impulsora de este tipo de reformas: siempre está el riesgo de que sean leídas como ideas “de la casta para la casta”. “Acompañamos, pero no impulsamos”, aclaró una fuente del gobierno.

Fuente: Letra P