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Romina Diez y Patricia Bullrich se suben al ring por el reinicio de la obra pública en Rosario

Acusan a la ministra de querer colar a Pullaro en un acto. En Seguridad lo niegan. La Libertad Avanza comienza a apuntar contra el gobernador. Diez se queda con la delegación de la ANSES más grande del interior del país

La organización del acto que oficializará la reactivación de la obra pública nacional en Rosario fue la oportunidad para que aflorara la tensión entre Romina Diez y Patricia Bullrich. El detonante fue la decisión de no invitar a Maximiliano Pullaro, aliado de la ministra de Seguridad, pero perfilado como un enemigo por las huestes libertarias.

El acto en cuestión sería este martes. Allí se firmará un convenio entre la Municipalidad de Rosario y el Fondo de Integración Socio Urbana para que comience una obra de urbanización en Tablada, uno de los barrios más castigados del sur de la ciudad. La Libertad Avanza lo plantea como el primer paso de la instalación de Diez como candidata y, al ser un lugar donde intervienen fuerzas federales, cuentan con que Bullrich estará presente.

La construcción de Romina Diez

Cerca de la diputada -y con algo de malicia- aseguran que el espacio que conduce la excandidata a presidente les solicitó que se invite también a Pullaro. Los libertarios, cuentan, se negaron. Entienden que, en el escenario provincial, Bullrich es aliada del gobernador y su tropa santafesina integra Unidos para Cambiar Santa Fe, pero sostienen que es un acto de La Libertad Avanza.

La razón detrás de la negativa de Diez a invitar a Pullaro es que lo considera un competidor de su espacio. “No es ningún secreto que tiene ambiciones presidenciales, y Javier Milei ya avisó que va por la reelección, por lo que no le vamos a regalar una plataforma a un rival”, explican. ¿Y si el santafesino no termina siendo candidato a presidente? “Si sucede eso, es porque obtuvo la reforma constitucional con reelección y, en ese caso, sería un rival de Romina”. En LLA van por todo: avisan que, luego del evento, habrá una caminata por el barrio para charlar con vecinos.

De esa última afirmación surge, tácitamente, un reconocimiento: la Casa Rosada trabaja para que Diez sea candidata a gobernadora en 2027. El vínculo entre la diputada y Karina Milei luce sólido: la hermanísima le abre el juego en cada tema que involucra a Santa Fe. Pasó, por ejemplo, con la designación de funcionarios para Vialidad Nacional o para decidir quien se quedaba con el control de las UDAI de Anses en Rosario.

En la casona de Gelly y Obes, donde tiene su sede el Ministerio de Seguridad, niegan lo relatado. Reconocen, sí, que fueron invitados a participar del evento, pero dicen que ni siquiera tienen la confirmación de la fecha. “No estamos en la organización”, responden ante la consulta de si pidieron o no por Pullaro. Viejos lobos de la rosca, olfatean algún tipo de operación. El gobernador, por lo pronto, tiene agendada una reunión de gabinete ampliado ese día en Santa Fe.

Obra pública, la plataforma de Romina Diez

En línea con la versión que la ubica como candidata, Diez se empezó a mover con los fierros del Estado en Santa Fe tras meses de inactividad local. En sus maniobras hay un denominador común: Pullaro es visto como un enemigo. Por eso, por ejemplo, mandó a avisar que está en contr de que se trate su reelección en la reforma constitucional. Hay otro factor que influye: el protagonismo que adquirió Amalia Granata, con quien no se lleva bien, que viene corriendo al gobernador con relato libertario.

El gesto más fuerte que logró Diez de parte de la Casa Rosada para su candidatura es la reactivación de la obra pública nacional. No solo para la urbanización de Tablada -donde se abrirán dos nuevas calles, se construirán veinticinco viviendas y se mejorará la infraestructura-, sino también para la recuperación de un tramo de 154 kilómetros -entre Santa Fe Gobernador Crespo– de la Ruta Nacional 11, una arteria clave que recorre la provincia de sur a norte y está en muy mal estado.