El concejal Hernán Calatayud del Partido Demócrata Progresista presenta un proyecto de ordenanza para reducir la distancia mínima de protección entre supermercados y autoservicios, de 400 a 200 metros, con el objetivo de fomentar la competencia y permitir el crecimiento de los negocios locales con inversión de los propios rosarinos.
“El proyecto es bajar a la mitad de la distancia actual y también es abrir el debate, hablarlo con los supermercados. Acá el tema no es que se incorpore gente con locales de grandes superficies, sino bajar a 200 metros la distancia. Hoy toda la potestad que hay en distintos artículos y excepciones es del Ejecutivo, hay quitarlos y que quede en el Concejo”, manifestó en declaraciones a CNN Radio Rosario.
Después aseguró: “No estaría mal que tengan una distancia, todo autoservicio da un movimiento barrial, sería bueno para cada comercio. Queremos que sean fuertes y competitivos. Yo los entiendo a todos el tema de defender algo que les costó con mucho esfuerzo conseguir, pero cambió en este tiempo. Hay gente que quiere agrandar su negocio y no lo puede hacer. Nosotros pensamos en que el rosarino crezca, no que vengan de afuera”, remarcó.
Y fue muy tajante al decir: “En Rosario tenemos problemas con las habilitaciones, que alguien quiera poner un negocio, es una trampa. En La Florida es un ejemplo, debió cerrar el negocio por 2 metros de diferencia para que no se lo clausuren. Se trata de una persona de ciudadanía oriental que hace muchos años vive en Rosario. Hay que aceptar la competencia, que no haya una trampa de no saber hasta último momento qué hacer con el local. Ahora el señor está pidiendo la excepción, pasó por tres comisiones, luego de una inversión de 400 metros construidos”, relató.
Finalmente hizo hincapié en un empresario muy conocido, sin nombrarlo: “Hoy el sistema está en contra de los autoservicios y los supermercados, ellos se encargaron en que se degraden sus negocios, debemos evitar la competencia salvaje y controlar el ingreso externo. Hay que saber competir, porque en otra época cuando fue la crisis de los grandes supermercados, terminó entrando el bonaerense y lo único que hizo fue comprar las propiedades, dio empleo, pagó los sueldos y compró un pozo y lo dejó en el centro del lugar más caro de Rosario y nunca hizo más nada. Eso no se hace y se fue a construir al resto del mundo, todos se van afuera a invertir y ¿en Rosario quién?”, se preguntó Calatayud.