El Índice de Precios al Consumidor de diciembre fue de 2,7% respecto a noviembre. De esta manera, la inflación total del 2024 fue del 117,8%, según los datos del Indec revelados este martes.
La división de mayor aumento en el mes, precisó el organismo, fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (5,3%). Le siguió Comunicación (5,0%), debido a las subas en Servicios de telefonía e internet.
Respecto a la división con mayor incidencia en el nivel general, el primer lugar lo ocupa Alimentos y bebidas no alcohólicas (2,2%) en cinco regiones, por los aumentos en Carnes y derivados, Pan y cereales y Leche, productos lácteos y huevos.
Por otro lado, las divisiones con menores variaciones en diciembre de 2024, en tanto, fueron Prendas de vestir y calzado (1,6%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (0,9%).
En cuanto a las categorías, el Indec informó que “los Regulados (3,4%) lideraron el incremento, seguidos del IPC núcleo (3,2%), mientras que los Estacionales cayeron 1,4%”.
Según el informe del Indec, la división de mayor aumento en el mes fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (5,3%), por los incrementos en los alquileres y en las facturas de electricidad y gas. Le siguió la división Comunicación (5,0%), que reflejó los aumentos en servicios de telefonía y acceso a Internet.
“La división con mayor incidencia en el nivel general fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (2,2%) en cinco regiones, por los aumentos en Carnes y derivados, Pan y cereales y Leche, productos lácteos y huevos; mientras que en GBA, la incidencia más alta se registró en Restaurantes y hoteles (4,6%)”, agregó el INDEC.
En el otro extremo, las dos divisiones con menores aumentos fueron Prendas de vestir y calzado (1,6%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (0,9%).
La inflación núcleo, aquella que no incluye precios regulados ni estacionales, marcó un incremento del 3,2% en diciembre, por encima del 2,7% de noviembre. En 2024, su alza fue del 105,5%, por debajo del índice general.
En diciembre se consolidó la tendencia de los últimos meses en la que hubo grandes diferencias entre los precios de los bienes, que aumentaron 1,9%, y los de servicios, que subieron 4,4%. A lo largo de 2024, la evolución en uno y otro caso se hizo evidente: los bienes subieron 96,3% y los servicios 189%. En base a eso se construyó el índice general de 117,8%.
Analistas consultados por el Banco Central en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) habían estimado una inflación mensual del 2,8% para noviembre, lo que implicaba una baja de 0,1 puntos porcentuales respecto al REM anterior, pero preveía una leve aceleración de las subas de precios.
A lo largo de 2024, la economía argentina experimentó una desaceleración en la inflación, pasando de niveles superiores al 200% en 2023 al 117,8% en 2024. El dato de diciembre pasado, por su parte, se compara con el 25,5% del mismo mes del año anterior, un récord desde la convertibilidad.
Esta reducción se atribuye a las políticas económicas implementadas por el Gobierno, que incluyeron ajustes fiscales y monetarios destinados a controlar el alza de precios.
Sin embargo, a pesar de la desaceleración, la inflación acumulada en 2024 se mantuvo en niveles elevados, afectando el poder adquisitivo de los consumidores y la planificación financiera de las empresas. Sectores como alimentos y bebidas, educación y transporte registraron incrementos significativos a lo largo del año, impactando en el costo de vida de la población.
Las proyecciones para 2025 indican una continuidad en la tendencia descendente de la inflación. Analistas prevén que la economía crecerá un 4,5% en 2025, con una inflación que se reduciría a cifras de dos dígitos, estimando un 25,9% para finales de ese año.
No obstante, persisten desafíos significativos para la economía argentina. La necesidad de consolidar la estabilidad macroeconómica, fomentar la inversión y generar empleo serán aspectos clave para sostener la reducción de la inflación y promover un crecimiento económico sostenible en el mediano y largo plazo.
En este contexto, el gobierno ha iniciado conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para negociar un nuevo programa que incluya fondos adicionales necesarios para reforzar las reservas del Banco Central y salir de las restricciones cambiarias. Las negociaciones se formalizarán en 2025, y se espera un desembolso adicional de entre 10.000 y 15.000 millones de dólares.
La evolución de la inflación en los próximos meses dependerá de múltiples factores, incluyendo la implementación efectiva de políticas económicas, la estabilidad del tipo de cambio y la dinámica de los precios internacionales de commodities que afectan directamente a la economía argentina.
Es importante destacar que, aunque la tendencia de desaceleración es positiva, los niveles actuales de inflación aún superan ampliamente los estándares internacionales y regionales, lo que implica la necesidad de mantener y profundizar las medidas de ajuste económico.