En medio de una crisis financiera, la láctea SanCor envió unos 350 telegramas de despido a trabajadores de sus plantas en Córdoba y Santa Fe, según confirmaron, pero esa cifra va ir creciendo con los días, según indicaron desde la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), el gremio del sector. La firma cuenta con cinco plantas, dos en Santa Fe y tres en Córdoba, en las que las actividades están afectadas.
Desde Atilra indicaron a este diario que entre los telegramas que ya llegaron y los que se esperan que expida la empresa hay incluidos unos “300 trabajadores que no están en las plantas hace años y, por supuesto, no cobraban tampoco, pero nunca los despidieron”. La firma, que llegó a tener 4000 operarios, ahora ronda los 1350.
El gremio insiste en los supuestos “desmanejos” que tuvo la empresa. En 2017 elaboraba unos 4.000.000 de litros de leche diarios; hoy está en 200.000 litros. Es decir 5% de aquella cifra. Los principales socios de SanCor eran los tamberos, pero fueron disminuyendo por falta de pago. Según distintas fuentes, adeuda sueldos, cargas sociales, impuestos y hasta los servicios.
En las plantas cordobesas de La Carlota y de Balnearia, donde fabrica quesos duros y semi duros respectivamente, no hay prácticamente actividad. En esta provincia tiene, además, un establecimiento en Devoto donde elabora queso crema y mantecas. En Santa Fe tiene instalaciones en Villa Gobernador Gálvez (maduración y procesamiento de quesos) y en Sunchales, donde hace dulce de leche, leches larga vida, infantiles y en polvo. En las últimas tres plantas las tareas son mínimas; el volumen de leche con que cuentan es muy bajo.
Fuentes de la empresa indicaron que registran un “estrés financiero” por lo que hay restricciones financieras por esa falta de fondos para atender los requerimientos empresariales y salariales. Esa situación obligó a fraccionar el pago de salarios y en algunos casos no poder cumplir con algunas compensaciones generadas por la deuda que ya arrastraban de compromisos asumidos con anterioridad. En ese momento el sindicato anticipó que exigiría el pago inmediato de las cuotas sindicales y que haría una denuncia ante la Secretaría de Trabajo.
Oscar Sapino, el actual titular de la empresa, le envió una nota al secretario general de Atilra, Héctor Ponce, explicando la situación y solicitando colaboración. Con una deuda estimada de alrededor de US$400 millones a la empresa se le complica lograr inversores para salir de sus crisis. Desde el Consejo Directivo varias veces indicaron que llevan meses de conversaciones pero sin resultados. Este diario intentó conseguir la palabra de la compañía, pero por el momento no hubo respuesta.
A mediados del año pasado logró evitar el remate de casi 700.000 kilogramos de quesos por incumplimiento de una garantía de pago a la compañía financiera IIG Structured Trade Finance Fund Ltd. El acreedor consiguió la medida judicial para ejecutar la garantía prendaria luego de varias instancias de reclamo insatisfechas. Hubo, finalmente, un acuerdo entre las partes.