
Una protesta sindical encendió la polémica en Rosario. En el marco de la negociación paritaria, el Sindicato de Trabajadores Municipales realizó un corte de calles utilizando cinco ambulancias del Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES), un recurso esencial destinado exclusivamente a la atención de urgencias.
El hecho generó una fuerte reacción del intendente Pablo Javkin, quien calificó la protesta como “extorsiva” y con “tintes electorales”. Frente a esta situación, el Ejecutivo municipal ordenó la instrucción de sumarios internos y anticipó que denunciará penalmente a los responsables del uso indebido de los móviles de emergencia.
“No vamos a naturalizar que se usen ambulancias como si fueran propiedad privada de algún dirigente. Esos vehículos son de todos los rosarinos y deben estar disponibles para salvar vidas, no para hacer campaña”, expresó Javkin, visiblemente molesto por la decisión gremial.
Desde el municipio entienden que se vulneraron principios básicos del servicio público y que se incurrió en hechos graves: desde la interrupción de un servicio esencial hasta una posible apropiación indebida de bienes del Estado. “Los que usaron las ambulancias para intereses personales o políticos deberán rendir cuentas”, sentenció el intendente.
La denuncia se presentará ante la Justicia provincial en las próximas horas, y se espera que la investigación alcance a funcionarios, trabajadores y dirigentes sindicales que hayan participado de la maniobra. La administración también evalúa reforzar los protocolos de uso de los móviles del SIES.
Mientras tanto, las negociaciones salariales continúan, pero bajo un clima de tensión creciente. Para el municipio, la protesta gremial cruzó un límite que pone en riesgo la salud pública, y ya no se trata solo de una discusión paritaria, sino de una cuestión institucional.