
En paralelo, la Unión Agrícola de Avellaneda Cooperativa (UAA) ha ampliado su compromiso con Vicentin al enviar también soja a la planta de San Lorenzo, además del girasol que ya aportaba a Ricardone. Esta colaboración refuerza la continuidad operativa de Vicentin, que desde su default en 2019 ha dependido de contratos de fasón para sostener sus actividades. Sin embargo, la empresa enfrenta desafíos significativos, incluyendo la falta de nuevos contratos y decisiones judiciales que han complicado su situación financiera, llevando al cierre temporal de sus plantas de molienda en abril de 2025.
La entrada de Amaggi y el apoyo continuo de la UAA representan esfuerzos clave para preservar la actividad industrial y el empleo en una de las zonas agroexportadoras más importantes de Argentina, en un contexto de incertidumbre sobre el destino de Vicentin.