Rosario sin presos en comisarías

Santa Fe avanza con el traslado total al Servicio Penitenciario

El ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, confirmó que ya no quedan detenidos varones de forma permanente en las comisarías de Rosario. En los próximos días, también será reubicada la población femenina.

“Estamos completando el proceso y dejando atrás una práctica que durante años generó hacinamiento y riesgo operativo”, aseguró Cococcioni.

El sistema de detención en Rosario atraviesa una transformación profunda. En los próximos días, se completará el traslado de las últimas personas detenidas en comisarías hacia dependencias del Servicio Penitenciario de Santa Fe. La medida apunta a erradicar definitivamente el uso de comisarías como lugares de alojamiento permanente, una práctica que durante años generó condiciones de hacinamiento, inseguridad y tensión operativa.

“El grueso de la población masculina ya fue ingresada al sistema penitenciario. Prácticamente no quedan más presos permanentes varones en Rosario”, aseguró el ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni. El funcionario agregó que solo resta reubicar a mujeres detenidas, lo cual se hará en los próximos días tras un reordenamiento interno de los espacios penitenciarios disponibles.

Según explicó, el nuevo esquema contempla cinco puntos de ingreso en la ciudad, un módulo especial para detenidos de baja peligrosidad, imputados por delitos como violencia de género o agresiones sexuales, y un espacio específico para mujeres en tránsito hacia el sistema penitenciario.

“Al poner en marcha un nuevo lugar de detención, se genera un efecto cascada. Hay que reacomodar la población penal, redefinir perfiles criminológicos en cada pabellón y ajustar los espacios disponibles. Pero estimamos que ya en los próximos días esto va a estar definitivamente solucionado”, detalló Cococcioni.

El ministro recordó que en 2016 y 2017 los procesos de vaciamiento de comisarías podían llevar semanas, incluso meses. Hoy, con una planificación más precisa, se logró acelerar los tiempos sin descuidar los criterios de seguridad ni las condiciones de alojamiento.

“Estamos cerrando una etapa. No queremos volver a tener presos durmiendo en lugares donde no corresponde. Es un compromiso de gestión y una necesidad para garantizar derechos y evitar que las comisarías sigan funcionando como cárceles improvisadas”, concluyó.