
Las actuaciones se produjeron por la falta de habilitación y pésimas condiciones de seguridad e higiene. Incluso, uno de los negocios ya había sido clausurado con anterioridad.
Las chatarrerías clausuradas estaban ubicado por calle Salvat y no tenían habilitación ni reunían las condiciones necesarias de seguridad e higiene para funcionar. Incluso, una de ellas (que además funcionaba como depósito de metales) ya había sido cerrada con anterioridad, por lo que se hizo el reimplante por esa violación y ahora le corresponderá una sanción más dura.
“Desde que comenzamos con los operativos en chatarrerías ya tuvimos, por ejemplo, una baja del 50 por ciento en el robo de medidores de agua y se han recuperado muchos materiales del alumbrado público”, destacó el secretario de Control municipal, Diego Herrera. Y agregó: “Si bien en este caso no se hallaron elementos de dudosa procedencia, es a partir de estas intervenciones que comenzamos a cortar de a poco con el vandalismo que sufre el vecino día a día. Como nos pide el intendente Pablo Javkin, vamos a seguir en este camino”.
La otra intervención se llevó a cabo en calle Polledo. En el lugar funcionaba un desarmadero y taller mecánico. Allí se hallaron, entre otras cosas, autopartes de vehículos como llantas, motores, chapas patentes y estéreos. Si bien la Policía en este caso no encontró elementos que tuvieran denuncias por robo, el negocio fue clausurado por el municipio ya que no tenía ningún tipo de habilitación, estaba en muy malas condiciones de seguridad e higiene, enganchado de la luz y un sector del galpón se había desmoronado.